Opinión

Todos somos creativos

Por: Diario Concepción 16 de Abril 2024
Fotografía: Cedida

Antonia Anastassiou
Directora de Comunicaciones Fundación Mustakis

Es cierto, todos somos creativos porque se trata de una cualidad inherente al ser humano. La pregunta que viene a continuación es ¿Cuántas personas son conscientes de este potencial? ¿Cuántos hacen algo concreto por cultivar su propia potencia creatividad? ¿Hasta dónde puede llegar esa capacidad creadora con el impulso necesario? La neurociencia afirma que nuestro cerebro está diseñado para innovar, y académicos como Otto Scharmer, profesor de MIT y autor del best seller “La Teoría U”, destacan la importancia de desbloquear nuestra fortaleza creativa para enfrentar desafíos actuales con nuevas soluciones y posibilidades.

Para lograrlo, el primer mito a derribar es aquel que relaciona la creatividad con las grandes ideas o sólo como facultad que poseen ciertas personas. No es así, ya que todos somos creadores y protagonistas de nuestra realidad y del entorno que nos rodea, todos resolvemos problemas aplicando la creatividad en nuestro día a día y en el mundo que vivimos, hacerlo es vital para enfrentar con éxito el cambio constante.

De cierta forma muchos lo saben, pero les da miedo avanzar, conocer el fracaso o tratar con lo desconocido. Esas resistencias internas -muchas veces inconscientes-, debemos trabajarlas para crecer. Despertar nuestro potencial requiere de ciertas prácticas que cada uno puede aplicar, por ejemplo, el mindfulness o atención plena, que permite una mayor autoconciencia y regulación emocional para acceder a nuestra creatividad de manera más profunda, debido a que el estar presentes aquí y ahora no sólo enriquece nuestra vida personal y profesional, sino que también nos prepara para contribuir de manera innovadora en nuestra comunidad. Otras maneras de acercarnos a ese poder creador es transformando las experiencias de vida en oportunidades de crecimiento, con una especie de alquimia personal que transforma los ‘metales básicos’ de nuestras experiencias en ‘oro’ de sabiduría y creatividad para resolver problemas de una manera diferente. La alegría también puede ser un motor, porque cuando nos involucramos en actividades que nos brindan felicidad, nuestra capacidad para innovar se magnifica.

También la empatía es un factor clave, ya que cuando conectamos con otros y consideramos la creatividad en un contexto social y comunitario, florece la perspectiva propia y se profundiza el impacto de nuestras creaciones.

En los distintos programas que desarrollamos en Fundación Mustakis, alentamos a niñas, niños y jóvenes a reconocer este facultad como ingrediente básico en su aprendizaje, crecimiento y desarrollo integral, porque estamos convencidos de que si lo fomentamos a temprana edad, la sociedad contará con adultos más felices y conscientes de utilizar sus habilidades para imaginar, soñar, construir y dar respuestas únicas y originales a cualquier tipo de disyuntivas. Nunca olvidemos que el poder creador humano es una capacidad dinámica y multifacética que todos poseemos. Desarrollarlo al máximo implica una combinación de autoconocimiento, práctica constante, curiosidad, aprendizaje y un entorno que nutra y estimule la creatividad. Al hacerlo, no solo mejoramos nuestras vidas, sino que además contribuimos al enriquecimiento y progreso de nuestro entorno. Por eso los invito a detenerse y preguntarnos: ¿Qué hago yo para cultivar mi potencial creador? ¿Tengo conciencia de lo que realmente soy ahora y de lo que podría llegar a ser?

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