Hemos demostrado que si ponemos a los habitantes de la región como nuestra mayor prioridad, sí se puede, se puede mucho más.
SANDRA IBÁÑEZ HINOJOSA
Jefa de la División de Presupuesto e Inversión Regional Gore Biobío.
Mucho se nos ha preguntado respecto de la clave para lograr una alta ejecución presupuestaria, a la fecha, la más alta del país. La respuesta es simple, aunque no por eso fácil de implementar. Es bien sabido que el actual contexto inflacionario está afectando severamente una parte relevante de la inversión pública, ya que genera que los presupuestos aprobados rápidamente queden obsoletos, situación que ha llevado a realizar nuevas evaluaciones presupuestarias, cuya metodología vigente no ayuda precisamente a la agilización de los procesos.
A lo anterior, se suman los cambios de autoridades del nivel central y regional con las respectivas instalaciones de nuevos equipos, además de las diferentes exigencias que se han impuesto a los gobiernos regionales por parte de la Contraloría General de la República.
En resumen y en términos sencillos, sumados el complejo escenario económico, la falta de descentralización, las variadas tramitaciones en distintas instituciones no solo a nivel regional sino también nacional, desde donde no siempre se logra comprender la urgencia de resolver las necesidades de los territorios, da como resultado que los doce meses del año con que deberíamos contar para ejecutar nuestro presupuesto de inversión, se reduzcan en la práctica a nueve.
Misión imposible dirán algunos, demasiadas variables en contra. Sin embargo, el firme convencimiento que nos asiste respecto de la importancia que tiene llevar a cabo el plan de gobierno de nuestro Gobernador Rodrigo Díaz Wörner, entregando soluciones efectivas para las personas, mejorando de esta forma su calidad de vida, nos impulsó como equipo a trazar una hoja de ruta clara que nos ha permitido hacer correr a la burocracia en favor de las necesidades de los y las habitantes de la Región del Biobio.
Nuestra clave es haber elaborado y consensuado una estrategia de gasto que contempla distintos hitos que cumplir en el corto, mediano y largo plazo. Para ello, hemos convocado y comprometido a una gran multiplicidad de actores locales para idear e implementar soluciones, incorporando no solo a municipalidades y servicios, sino también a entidades de la sociedad civil, como universidades, fundaciones y corporaciones, varias de las cuales no habían trabajado previamente con el Gobierno Regional.
Hemos demostrado que si ponemos a los habitantes de la región como nuestra mayor prioridad, sí se puede, se puede mucho más. Ahora, esperamos que el año 2023 nos traiga un presupuesto a la altura del Biobío y sus demostradas capacidades.