Opinión

Ganó el Rechazo: que se inicie un nuevo proceso constitucional

El desafío es construir este nuevo proceso a partir de los mismos valores presentes en ambas campañas: escribir una Constitución que incluye a todos y a todas.

Por: Diario Concepción 05 de Septiembre 2022
Fotografía: Jeanne Simon

Jeanne W. Simon
Docente e investigadora
Universidad de Concepción

El 15 de noviembre de 2019, representantes de distintos partidos firmaron el Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución, que se dio inicio al proceso constitucional que terminó ayer con el rechazo de su propuesta. En cada hito establecido en el proceso, el electorado ha sorprendido a los expertos electorales: primero con casi 80% aprobando la Convención Constitucional y después con el éxito electoral de las listas de independientes. El plebiscito de salida ayer no ha sido una excepción: no se esperaba una diferencia tan aplastadora.

Ganó el rechazo como mostraban las encuestas previas. No obstante, la combinación de inscripción automática y voto obligatorio incorporó nuevos votantes, generando incertidumbre sobre el posible resultado. De hecho, con el voto obligatorio y locales más cercanos, el electorado respondió con una tasa histórica de participación cercana a 85%. El plebiscito no deja indiferente a nadie.

Ahora, el desafío es comprender lo que el electorado quiere decir con el rechazo a la propuesta de la nueva Constitución. No se debe interpretar este resultado como una aprobación de la Constitución actual sino es un rechazo a la propuesta. Considerando que casi la totalidad de las fuerzas políticas prometía reformar, es importante que se respeta la palabra dada a la ciudadanía.

Hoy en la tarde los partidos políticos se reunirán con el Presidente Boric para iniciar una discusión sobre cómo lograr una nueva Constitución para Chile. El desafío es construir este nuevo proceso a partir de los mismos valores presentes en ambas campañas: escribir una Constitución que incluye a todos y a todas; centrar el proceso en la ciudadanía y no en los partidos ni en las figuras políticas.

Además, será un error pensar que la Convención Constitucional no tuvo impacto en la sociedad chilena. La misma Convención abrió el sistema político a sectores a menudo marginalizado de las decisiones políticas; visibilizó que la política también es asunto de las mujeres, de las diversidades sexuales, de las regiones y de los pueblos indígenas.

Ya luego se iniciará un nuevo proceso Constitucional donde es el Congreso que debe lograr un nuevo acuerdo por la paz social y una nueva Constitución. Se espera que consideren todo lo que ha pasado en los últimos tres años y que aprueben las reformas constitucionales para establecer un nuevo proceso en el cual seguramente expertos jugarán un rol para lograr precisar las imprecisiones en la actual propuesta. La sociedad chilena profundizará en este proceso de educación cívica hasta lograr la Constitución que le merece.

 

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