Opinión

¿De dónde vienen los agujeros negros supermasivos?

Aunque su existencia ya está totalmente establecida, el origen de estos objetos sigue siendo un misterio.

Por: Diario Concepción 09 de Junio 2022
Fotografía: Departamento de Astronomía UdeC

Dr. Dominik Schleicher
Profesor Asociado del Departamento de Astronomía.
Universidad de Concepción.

Hoy día sabemos que en los centros de cada galaxia existen agujeros negros supermasivos y recientemente, gracias a las observaciones del Event Horizon Telescope, se confirmó que se comportan tal como se predijo en la teoría de Albert Einstein, la Relatividad General. Además, sabemos que no solo existen hoy, sino que tenemos evidencia de su presencia en el Universo temprano; solo en los primeros mil millones de años del Universo se han detectado más de 200.

Aunque su existencia ya está totalmente establecida, el origen de estos objetos sigue siendo un misterio. Se conoce cómo se forman agujeros negros más pequeños: durante la etapa final del proceso de muerte de una estrella masiva, ella colapsa y se contrae, luego por los fuertes efectos de la gravitación, se forma el famoso horizonte de eventos, de donde ni siquiera la luz puede escapar de estos objetos.

Por otro lado, están los agujeros negros supermasivos, que tienen hasta mil millones de veces la masa de una estrella, pero explicar su origen es mucho más difícil, en particular en el Universo temprano donde tenían menos tiempo disponible para acumular tanta masa en el mismo lugar.
Gracias a experimentos numéricos en base a simulaciones, hoy día se ha determinado que los caminos sugeridos originalmente eran un tanto idealistas: por ejemplo, parece extremadamente difícil que una nube masiva colapse en solo un objeto masivo, es mucho más probable que se forme un cúmulo de estrellas. En tanto, aunque puedan ocurrir colisiones en cúmulos de estrellas, es extremadamente difícil tener un número de colisiones tan grande para explicar los agujeros negros supermasivos.

Una solución que se está estudiando hoy día es que quizás se deba considerar ambas posibilidades, tanto los efectos del gas como el de las estrellas: de esta forma, el gas puede aumentar los números de colisiones por causar fricción, y adicionalmente el objeto que se forma puede crecer por procesos de acreción, la acumulación del gas que se produce por efectos de la gravitación. Este nuevo mecanismo tiene el potencial de explicar el origen de estos objetos supermasivos, y es lo que se está verificando, junto a colaboradores externos, mediante simulaciones en la Universidad de Concepción

Etiquetas