Jorge Condeza Neuber
Ingeniero Comercial
No me molesta tanto esto de los impuestos. Ojalá sean sistemas bien diseñados y no generen la famosa regresividad, donde terminan pagando proporcionalmente más los que menos tienen. Tampoco me hace tanto ruido que la carga tributaria sea mayor y nos vayamos acomodando a lo que en estricto rigor son los países más desarrollados.
Pero me genera mucha molestia que estos impuestos sean tan mal utilizados y en definitiva “no se noten”. Solo quiero recordarles que el fisco ya cuenta con un presupuesto cercano a los 85.000 millones de dólares al año y a eso hay que agregar el dinero recaudado por los municipios, como las patentes comerciales, los permisos de circulación y las contribuciones de bienes raíces que reúnen varios miles de millones de dólares extras. En algunos pueblos y ciudades estos recursos extras se notan y se ve el avance de muchas obras que realmente cambian la calidad de vida de sus habitantes.
Pero en Concepción hace rato que esto no ocurre, con muchas obras a medio terminar y con una mantención que claramente no es la óptima.
Uno mira las calles céntricas, con hoyos, con basura a cualquier hora y con un aspecto general realmente malo. Y una visita por los barrios muestran una situación aún peor, en algunos casos con calles de tierra, veredas inexistentes, autos estacionados en cualquier parte y basura, mucha basura.
¿Es que acaso no pagamos suficientes impuestos? ¿Es que nuestros permisos de circulación no son suficientes para dar una manito de gato a las principales vías? ¿O el dinero no alcanza y por eso ciertas obras quedan a medias como las veredas de Chacabuco o las de Víctor Lamas que al transitar por ahí es como si no hubiese ocurrido nada?
Creo que todos vemos lo mismo, y resulta muy extraño que no seamos capaces de exigir un servicio mínimo a cambio de lo que aportamos al Estado. Con los presupuestos municipales actuales, duplicados en los últimos años, es razonable pedir a las autoridades un cierto piso mínimo de como debe estar de presentable la ciudad : limpia, transitable, con obras bien terminadas para reducir el riesgo, sobre todo de las personas de la tercera y cuarta edad que siguen tropezando con las mismas baldosas y adoquines.
Siento que a las autoridades actuales les falta ese mínimo de preocupación y amor por la ciudad que ya se nota demasiado.