Parece imprescindible dar paso a la formación de un centro político amplio de profundas convicciones democráticas, dialogante y colaborativo.
Augusto Parra
Presidente de la Fundación República en Marcha.
Los signos políticos de los tiempos parecen demandar conglomerados capaces de asimilar los cambios necesarios para hacer frente a nuevos paradigmas como la emergencia climática, la revolución digital, científica y tecnológica, el desarrollo sostenible, la demanda por una mayor presencia de los Estados para ofrecer prestaciones sociales que contribuyan a incluir a los sectores de la sociedad que no se sienten participes del desarrollo y ofrecer algunas certezas desde algunos derechos en materia de salud, previsión, vivienda o educación, enmarcado en un pacto político y social que devuelva legitimidad, dignidad y prestancia a la política representativa a partir de la corrección de algunas concentraciones de poder que han devenido en el pasado reciente en malas prácticas, abusos, colusión de intereses y corrupción.
La envergadura del reto es enorme e impone la necesidad de concurrir en la búsqueda de grandes acuerdos, de afirmar la gobernabilidad, la estabilidad política e institucional y de enorme responsabilidad, así como de un marco institucional en materia macroeconómica que permita hacer frente a una significativa presión fiscal, que no descuide los principios de ahorro e inversión como base de prosperidad.
La capacidad de ofrecer respuesta requiere de voluntad transformadora, pero de un reformismo siempre gradual, cuidadoso del respeto al Estado de derecho y siempre por vías pacíficas, democráticas e institucionales y alejado de toda pulsión refundacional. Que reconozca las virtudes del ciclo de los últimos 30 o 40 años que entrañan un progreso, entendido como la mejora de la condición humana, en los distintos indicadores sin precedente histórico y las bases institucionales que lo hicieron posible.
La receta parece fácil, pero objetivamente hoy carece de representación política, la centro izquierda democrática parece haber abdicado de los ideales que representaba para sumarse al conglomerado que renegó de ella y la critico hasta la saciedad, ahí donde incluso no se les permitió participar de una primaria común y donde no siempre parecen haberse apreciado las vías democráticas e institucionales y ha habido a lo menos dejos de desdén ante el cuidado de la estabilidad política e institucional y Sí bien la centro derecha parece aproximarse de mejor manera, la disputa del alma liberal con la conservadora desde las mutuas recriminaciones parece dificultar la capacidad de hacerse cargo de ofrecer al país un proyecto de futuro que conecte o sintonice adecuadamente con esa mayoría social y política que parece anidar ciertas esperanzas de cambio.
Parece imprescindible dar paso a la formación de un centro político amplio de profundas convicciones democráticas, dialogante y colaborativo, como factor de gobernabilidad democrática y como catalizador de los ímpetus trasformadores desde el reformismo gradual, comprometido con la modernización del Estado, la descentralización, el desarrollo sostenible, capaz de encabezar el llamado a pactos sociales amplios, para abordar el reto de un desarrollo integral con base en la resiliencia económica para la recuperación de inversión, crecimiento y empleo. Y promotor de un futuro inclusivo, cohesivo y sostenible.