Opinión

Instrumentalizando la democracia

¿Qué los territorios decidan? Por supuesto que sí, pero en paz, sobre la base de un diálogo intercultural inclusivo y una deliberación entre iguales, donde la discusión sea sobre el destino de una convivencia que respete cosmovisiones, la alteridad, garantizando y maximizando derechos, no para vestir de “democrática” la estrategia ya tantas veces frustrada.

Por: Diario Concepción 12 de Noviembre 2021
Fotografía: Nicolás Díaz Carrillo

Nicolás Díaz Carrillo, abogado
Colectiva – Justicia en Derechos Humanos
Corporación y Oficina Jurídica

La Cámara de Diputados y el Senado aprobaron prorrogar el Estado de Excepción Constitucional de Emergencia por 15 días más en la denominada “Macro Zona Sur”. Lo que se ha sumado al revuelo: La utilización de la consulta a la ciudadanía para validar medidas restrictivas de derechos y libertades.

Entre el 05 y 07 de noviembre se convocó a los mayores de 18 años del padrón regional de la Araucanía a una consulta vía internet para manifestar si estaban de acuerdo con la extensión en comento. La convocatoria provino de la Asociación de Municipalidades de la Araucanía y su Gobernador Regional (Independiente cercano a Evópoli, el único gobernador de la coalición de gobierno).

El sector que convocó celebró reiteradamente las cifras: participaron casi 145 mil personas (alrededor de 16% del padrón electoral, aunque más que en la 2da vuelta de gobernadores regionales) y un 81,56% se manifestó por prorrogar el estado de excepción constitucional.

¿Son suficientes los números para vestir de legítima y democrática la medida en curso? ¿No hay otro aspecto sobre el cual la totalidad de la población afectada pueda decidir o deliberar, que no sea la presencia o ausencia de militares en su territorio? Es un principio de la participación pública que intervengan en las decisiones los afectados por las mismas. Sin embargo, en un contexto en que nuestra democracia adquiere nuevos bríos es importante considerar diseños con una efectiva Inclusión y conscientes de los límites sustantivos a las decisiones que se adoptan.

La población en la zona se destaca por factores que aumentan la brecha digital: menores ingresos, pobreza multidimensional, altos índices de ruralidad e interculturalidad. Más de un tercio de quienes participaron pertenecen a la comuna de Temuco. La infancia y la adolescencia mapuche, resuena por la ausencia de su voz. Ni una mínima consideración se ha hecho sobre los estándares vigentes de votaciones populares y escrutinios, ni menos respecto de una consulta indígena con su debida pertinencia y adecuación conforme al derecho internacional de los pueblos originarios.

Entonces, ¿Qué ánimos azuzan este tipo de consultas improvisadas? ¿Quiénes padecen los peores efectos de las conculcaciones decretadas? No es un buen indicio que se instrumentalice la democracia directa para medidas que afectan especialmente a ciertos grupos, ya con escaso poder político.

Hoy le ha tocado al Pueblo Mapuche y sus comunidades ver cómo se acorrala el debate sobre sus reivindicaciones mientras en paralelo se oculta la incapacidad política para enfrentar decisiones complejas. Ver cómo se masifica con un “voto electrónico” la indolencia, cuando los muertos se apellidan Llempi Machacán y la bala que los mata es del Estado de Chile.

¿Qué los territorios decidan? Por supuesto que sí, pero en paz, sobre la base de un diálogo intercultural inclusivo y una deliberación entre iguales, donde la discusión sea sobre el destino de una convivencia que respete cosmovisiones, la alteridad, garantizando y maximizando derechos, no para vestir de “democrática” la estrategia ya tantas veces frustrada.

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