Ricardo Flores Zárate
Presidente del Sindicato Interempresa de Naves de Arrastre

A dos años de la entrada en vigencia de la Ley N° 21.134 , llamada Ley de la Jibia , los trabajadores de la industria pesquera : personal embarcado ( pescadores industriales) y de plantas de procesos ; además de los servicios asociados a este importante sector productivo de la Región del Biobío, vemos con impotencia y desesperación el desolador resultado de ésta ley.

Acá en la zona, imposible olvidar los barcos que partieron al aparcadero, a morir como chatarra; las líneas de proceso que cerraron. Que un armador reconvirtió un barco para capturar jibia con métodos artesanales, como los parlamentarios querían que se hiciera y, como se lo advirtieron lo que sí saben de pesca, fracasó totalmente.

Hubo 1.500 puestos de trabajo perdidos, directos e indirectos y no se han recuperado, cada uno representa un hombre o mujer que tenía empleo formal y que, casi siempre, era el/la sostenedora de la familia.¿ De cuántas personas afectadas estamos hablando, de cuánta angustia, problemas e incluso dramas?

Nunca hubo apoyo ni ayuda para estos trabajadores y trabajadoras que quedaron cesantes por decisión de parlamentarios. Así se están elaborando leyes en pesca, en nuestro país, considerando todos y cualquier factor, menos el social, de verdad señores parlamentarios ¿ no importamos? Aunque, en honor a la verdad, los elementos científicos y técnicos que se presentan y demuestran el equívoco de los partidarios de estas leyes, no son tampoco considerados.

La cesantía en la región alcanza al 7,3%. El sector artesanal no ha capturado ni el 10 % de su cuota de jibia, el sector industrial no ha podido capturado su 20% asignado, ya que esta ley no se lo permite. Y para colmo hoy se tramita un proyecto en la Comisión de Pesca de diputados para cerrar la pesquería industrial sobre el recurso merluza común.

En el país hay tres organismos estatales que regulan y velan por la sustentabilidad de los recursos pesqueros, pero ¿ quién se preocupa del recurso humano?

Esta ley ha perjudicado no solo al sector industrial, también al artesanal y al Estado de Chile (el Fisco dejó de percibir 150 millones de dólares anuales por exportaciones no realizadas), por lo tanto y atendiendo a esta realidad, solicitamos con suma urgencia la revisión y modificación de dicha ley para que ambos sectores pesqueros puedan volver a tener el legítimo derecho a realizar el trabajo que dignamente nos hemos ganado.

Pedimos que se resuelva el gravísimo problema provocado por la Ley Jibia, queremos trabajar, poder hacer historia para que tengamos cuota/ país y, pedimos con todas nuestras fuerzas que no sigan adelante o rechacen las leyes que están en trámite: Fin del arrastre de la merluza y Extensión a 15 la zona de reserva de 5 millas. En el primer caso, saben, tienen ante sus ojos los documentos que prueban que la merluza está siendo dañada no por el arrastre sino por la pesca ilegal: los datos de toneladas desembarcadas y de impuestos evadidos son enormes. Saben que el arrastre se realiza en determinados puntos y bajo un régimen de normas, vigilancias, controles exhaustivo y efectivo. Saben que de cerrarse las 15 millas el daño también será mucho.

Confiamos en la sensatez de algunos parlamentarios. Confiamos en que la comunidad profundice un poco y no se guíe por eslogan a la hora de opinar en pesca.