Opinión

Mal nutrición, obesidad y desnutrición en Chile

Es responsabilidad de todos mejorar la alimentación de los niños. Una de las labores prioritarias como sociedad y, por cierto, de los padres o tutores es introducirlos al mundo de la alimentación sana.

Por: Diario Concepción 07 de Septiembre 2021
Fotografía: Cedida

Benjamín Medina
Ingeniero y Ph.D. en Industria de Alimentos.

En Chile no comemos bien. Un escenario que se ha visto especialmente acelerado producto de la pandemia y, posteriormente, con el regreso presencial de los escolares. Las cifras lo confirman: según datos entregados por el Director Nacional de Junaeb, Jaime Tohá, un 54% de los estudiantes presentan algún tipo de malnutrición por exceso. La obesidad, en tanto, llega a niveles cercanos al 30% en los primeros niveles educacionales, es decir, pre kínder, kínder y primero básico.

Desde 2016 Junaeb -que atiende diariamente casi 2 millones de estudiantes pertenecientes a 12 mil 300 establecimientos educacionales públicos y particulares subvencionados de todo Chile- está trabajando en un programa de medidas contra la obesidad. Este segundo semestre decidió realizar más ajustes a los menús, en su lucha contra la obesidad en niños y adolescentes.Entre las medidas se encuentra reducción del el pan en un 50% y se agregaron omelette y granola. Además acaba de anunciar que eliminarán la leche Purita para los lactantes, que su origen data de 1999 y su objetivo era combatir la desnutrición; para ser reemplazada por otra alternativa más acorde a las necesidades nutricionales actuales.

Sin embargo, no podemos hacer responsables de este escenario a un solo actor. Comer en familia fomenta la buena alimentación. Los niños nos observan y hay que educarlos y darles buenos ejemplos, fomentando que privilegien el consumo de frutas, verduras y pescado, acompañado de la ingesta permanente de agua.

En ese marco, es importante que las empresas chilenas se hagan cargo de entregar al país productos funcionales a las actuales necesidades, con departamentos de I+D propios que vayan de la mano con las actuales tendencias.

Es responsabilidad de todos mejorar la alimentación de los niños. Una de las labores prioritarias como sociedad y, por cierto, de los padres o tutores es introducirlos al mundo de la alimentación sana. Esto, desde luego, requiere un esfuerzo creativo para poder hacer de aquellos almuerzos y colaciones menos atractivas, alternativas entretenidas de consumir.

La compra, preparación y el momento de la elaboración son el momento de encuentro y fomento de relaciones positivas entre los miembros de la familia. Hoy, los cambios deben ser colectivos para que tengan resultados positivos en nuestros niños.

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