Frente a momentos de profunda reflexión como los que vive nuestro país, marcados también por el proceso constituyente y la labor de la Convención Constitucional, resulta relevante rescatar la experiencia de organismos como las Comisiones de Verdad y Reparación a efectos de aportar a un clima de respeto por estos derechos.
Rodrigo Castillo
Colectiva – Justicia en Derechos Humanos
Corporación y Oficina Jurídica
En la fundamental tarea de la protección de los Derechos Humanos, existen diversos mecanismos institucionales explorados en las últimas décadas alrededor del mundo. Si bien, en lo que corresponde a la investigación y sanción de vulneraciones específicas juega un rol primordial la labor de los Tribunales de Justicia, pueden existir situaciones en las cuales sea necesario abordar situaciones de vulneraciones masivas a los Derechos Humanos con un enfoque global y sistemático, y con el objetivo de esclarecer los hechos que les dan origen y las responsabilidades generales del Estado o de entidades que han operado bajo su amparo.
Los organismos que se han constituido con este objeto en las últimas décadas, han sido conocidos con diversos nombres (Comisiones de Verdad, Reconciliación, de Justicia, de Reparación, dependiendo de sus particulares fines). Entre sus ejemplos más cercanos, se encuentra la labor efectuada en Chile por la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación (“Rettig”) y la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura (o “Valech”). Así también, en otras latitudes han desplegado sus labores organismos similares, como Uruguay, Argentina, Sudáfrica, Guatemala y Canadá.
La labor de estas comisiones, ha tenido en general positivos efectos en contribuir a la reparación y reconciliación basada en la justicia en los países donde se ha aplicado, lo cual, ayudado por una acción decidida de los órganos del Estado y de la sociedad en su conjunto, puede contribuir a dar un paso en la superación de situaciones de violencia sistemática.
Frente a momentos de profunda reflexión como los que vive nuestro país, marcados también por el proceso constituyente y la labor de la Convención Constitucional, resulta relevante rescatar la experiencia de organismos como las Comisiones de Verdad y Reparación a efectos de aportar a un clima de respeto por estos derechos, haciéndonos cargo como sociedad de diferentes injusticias históricas que han tenido incidencia en las crisis sociales y políticas de los últimos tiempos. La situación de atropello estatal respecto de los pueblos originarios; las vulneraciones a la infancia ocurridas en organismos bajo tutela del Estado, y las situaciones de violaciones masivas a derechos humanos ocurridas en el contexto del estallido social de 2019-2020, son algunas de las temáticas que recientemente han sido planteadas como posibles tópicos abordables por instancias de este tipo, y a las cuales, los organismos protectores de los Derechos Humanos que surjan del nuevo texto constitucional, deberán prestar especial atención, considerando también el uso de herramientas institucionales como las señaladas.