Opinión

La importancia de la empatía en la escuela

Poner en práctica la empatía es conectarnos con otros, demostrando que comprendemos que lo que está viviendo es significativo e importante, aunque no sepamos claramente lo que es o cómo realmente se siente.

Por: Diario Concepción 31 de Mayo 2021
Fotografía: Valia Carrasco

Hoy, más que nunca, estamos escuchando la palabra “empatía”, que es una cualidad fundamental para poder relacionarnos positivamente con los demás, pero no lo único. Daniel Goleman define la empatía, básicamente, como la habilidad de entender o sentir las emociones de los otros y experimentar sentimientos que reflejan los suyos (empatía emocional), otras definiciones agregan la capacidad de imaginar y comprender cómo podrían estar pensando o sintiendo otras personas (empatía cognitiva).

Cultivar la empatía no garantiza, necesariamente, un comportamiento positivo. De hecho, si faltan otras habilidades socioemocionales, la empatía puede ser abrumadora y contraproducente. La prosocialidad y la moral se basan en el concepto de empatía, algo que no nos debería dejar ajenos en una sociedad democrática. La empatía es lo que nos permite ver más allá de nuestro propio punto de vista y nos hace ser capaces de cuidarnos los unos a los otros.

Poner en práctica la empatía es conectarnos con otros, demostrando que comprendemos que lo que está viviendo es significativo e importante, aunque no sepamos claramente lo que es o cómo realmente se siente. Es buscar una forma de conectarnos con otro, para que estos no se sientan solos, es “acompañarlos en su sentir”.

Ser empáticos no significa bajar las expectativas frente a tus estudiantes, no es sentir pena por ellos por alguna situación que estén vivenciando. Es validarlos como personas únicas e irrepetibles, es valorar la diversidad, es motivarlos a que son capaces de lograr lo que se propongan y que tu estarás ahí para apoyarlos.

Ese pequeño cambio de foco puede hacer una gran diferencia en lo que tus estudiantes sienten y oyen y, por consiguiente, es muy probable que sienta que hay alguien dispuesto a ayudarlo con sus dificultades. Esa valoración hará también que tenga una mejor disposición a prestar atención en clases, y su motivación también mejorará. Así, habremos hecho un pequeño pero importante cambio, no sólo en la vida de un estudiante, sino que, en la calidad de las relaciones de una sala completa, y a la larga también en el clima y en la convivencia de la escuela.

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