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Opinión

Escombros a nuestro alrededor

Es cuestión de área más que de suerte, la probabilidad que uno de esos fragmentos golpeé a una persona es mucho más pequeña de que le caiga un rayo, sin embargo, si la población mundial aumenta estas probabilidades también.

Por: Diario Concepción 20 de Mayo 2021
Fotografía: Leidy Peña Contreras

Leidy Peña
Lcda. en Física. Estudiante del Magíster en Astronomía Universidad de Concepción

Actualmente, existe una preocupación más afianzada en la basura espacial y con más razón desde que supimos la noticia del cohete chino. Se le llama basura espacial a todos aquellos objetos artificiales que el hombre ha difundido en el espacio y que ya no tienen un propósito útil, lo que contempla: etapas de vehículos de lanzamiento abandonados, desechos de las misiones, satélites en desuso y desechos de fragmentación, es decir, toneladas de chatarra en órbita.

¿Será esto un problema? Estos escombros viajan a velocidades de hasta 28.000 km/h, pueden chocar y convertirse en objetos más pequeños con el potencial de ocasionar daños a estructuras en funcionamiento que se encuentren en órbita, como por ejemplo algún satélite en funcionamiento o la Estación Espacial Internacional. Se mantiene un catálogo de estos objetos y un conjunto de pautas que evalúan si son una amenaza, pero hay millones de ellos de tamaños tan pequeños que son imposibles de rastrear. A veces estas colisiones se pueden conocer con antelación y marcan un tiempo para movilizar objetos en funcionamiento, otras veces son imperceptibles, como en 1996 donde un satélite francés fue dañado por los escombros de un cohete que había explotado una década antes, o en el 2009 un satélite ruso en desuso colisionó con un satélite en funcionamiento estadounidense.

Algunos escombros pueden ser dirigidos hasta cierta altura orbital o simplemente pueden tener un decaimiento orbital (se van desacelerando) de tal forma que nuestra atmósfera se comporte como nuestra aliada descomponiéndolos, pero el actual cambio climático está empeorando el panorama debido al aumento de dióxido de carbono en la atmosfera superior que hace que su densidad disminuya pudiendo limitar esta quema de desechos en un futuro, por lo que en los próximos años la presencia de estos objetos podría multiplicarse, y lo más preocupante de este fenómeno: es que nadie sabe qué hacer con ellos.

¿Cuán probable es que caigan escombros espaciales a la superficie de la Tierra? Mucha de esta basura cae todos los años, pero los riesgos a la vida humana o a las infraestructuras son mínimos, generalmente lo hace en los océanos y en lugares que son muy despoblados como en Siberia, el Ártico o la Antártida, con excepciones como las que hubo en algunas poblaciones españolas en el 2015. Es cuestión de área más que de suerte, la probabilidad que uno de esos fragmentos golpeé a una persona es mucho más pequeña de que le caiga un rayo, sin embargo, si la población mundial aumenta estas probabilidades también.

Hacerle seguimiento a esto es un desafío científico, ingenieril y costoso, grandes proyectos de limpieza orbital se quieren poner en marcha, pero por ahora sólo contamos con su monitoreo constante y alerta. Gran parte de este trabajo lo hace la Red de Vigilancia del Espacio de E.E.U.U., la Agencia Espacial Rusa Roscosmos y la NASA usa su software de evaluación de escombros para supervisarla. Laboratorios en Europa también estiman los daños potenciales de la chatarra espacial, por lo que la ESA pretende enviar un telescopio espacial en el 2025 que propicie un control de vigilancia de la basura milimétrica en órbita, así como un satélite experimental de limpieza que funcione como remolque espacial. Esperamos que todos los intentos que se hacen ahora puedan permitir la continuidad del acceso al espacio a futuras generaciones.

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