Solo es posible concebir un futuro común sobre la base de algunos consensos y el respeto de los mínimos comunes, comenzando como decía Benito Juárez, por el respeto al derecho ajeno, como base para la paz.
AUGUSTO PARRA AHUMADA
Presidente Fundación República en Marcha.
Rosalind Eggo, académica especialista en enfermedades infecciosas de La Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, Michel Ryan director de Emergencias Sanitarias de la OMS, entre otros destacados académicos e investigadores, afirman que la Covid-19 ha devenido en una Endemia, dicho en otras palabras, el virus habría llegado para quedarse.
Cuando habitamos en incertidumbre, zozobra y angustia, enfrentados a cambios disruptivos y a partir del informe publicado hace algunas semanas por el periódico Times, elaborado por distintos especialistas en relación a algunos cambios en las formas de producir, estudiar, relacionarnos y vivir sugeridos para 2021, no cabe duda que así como el paso de pandemia a endemia, podemos hablar de cambios en los impactos económicos y sociales de la pandemia que también podrían adquirir una condición sin retorno, que nos debiera llevar a asumir algunos cambios culturales y estructurales, por ejemplo frente al acelerado remplazo de la presencialidad física en distintas dimensiones, la aceleración digital, la desprotección del trabajo enfrentado al cambio de presencial a telemático, los trabajos susceptibles de ser reemplazados también por impacto de los avances tecnológicos o la tensión que ha provocado el anhelo de presencialidad voluntarioso en el sistema educacional o el deterioro de la seguridad pública, el aumento de la pobreza y la precariedad, el manejo de las emergencias sanitarias, el hacinamiento, una descentralización efectiva que atienda sensibilidades culturales y antropológicas de los territorios cuando se adoptan medidas, la política fiscal etc.… Van requiriendo de grandes acuerdos y soluciones de Estado.
La Política enfrentada a la incertidumbre no puede ser territorio de disputa indolente o aprovechamiento político y las respuestas del Estado no pueden seguir siendo tardías e insuficientes o carentes de empatía y sintonía con el sentido común, porque ya no estamos frente a una emergencia coyuntural, si no estamos enfrentados a retos estructurales. Políticas sociales, de conectividad digital que aseguren acceso, de migración, la adecuación de la política fiscal, la seguridad pública o la legitimidad de políticas sanitarias de prevención etc.…En medio de la precariedad de la democracia, el delicado estado de las instituciones y lo extremadamente frágil de la deliberación publica para abordar temas complejos, requieren de legitimidad. Y esa solo puede ser alcanzada por la vía del dialogo, los acuerdos y consensos amplios, de lo contrario frente a cada decisión que adopten los gobiernos podríamos poner en entredicho la gobernabilidad y la estabilidad democrática del país.
Harari, advierte la Política no ha estado a la altura del aporte científico. Charles de Gaulle, decía: “He llegado a la conclusión de que la política es demasiado seria para dejarla en manos de los políticos”. “No preguntemos si estamos plenamente de acuerdo, sino tan sólo si marchamos por el mismo camino”, Goethe. Solo es posible concebir un futuro común sobre la base de algunos consensos y el respeto de los mínimos comunes, comenzando como decía Benito Juárez, por el respeto al derecho ajeno, como base para la paz.