Opinión

El verdadero Siervo de Dios

Tan importante fue la obra de este pastor, que en su memoria existe hoy la Fundación Educacional Raimundo Valenzuela Arms, que administra colegios vulnerables en la comuna de Coronel.

Por: Diario Concepción 05 de Abril 2021
Fotografía: Cedida

Eric Forcael Durán
Ingeniero Civil, MBA, Ph.D.
Miembro de la Iglesia Metodista de Chile

En la fe evangélica, al guía espiritual de las distintas congregaciones se le denomina Pastor o también Siervo de Dios. Respecto a esta figura, durante los últimos días se ha desatado una ola de críticas en torno al falso atropello simulado por un feligrés -no Pastor como equivocadamente lo identificó la prensa-, en la ciudad de Los Ángeles.

En los últimos años, la ciudadanía ha sido testigo de algunos desafortunados episodios vividos por algunos pastores, que han acaparado la atención de los medios, como la investigación realizada por supuestas infracciones tributarias, cometidas por el líder de una importante iglesia evangélica con presencia en todo Chile. Lo anterior, agudizado por la caricatura que por años se ha hecho del Siervo de Dios, en la figura del conocido “Pastor Soto”.

Todas estas situaciones, no son sino las excepciones que reafirman el verdadero rol que cumplen los pastores evangélicos a lo largo de todo Chile, y que lo han venido haciendo desde hace más de 100 años, con siervos tales como el evangelista norteamericano William Taylor, que llegó a nuestro país el año 1879, o su contemporáneo, el predicador español Juan Canut de Bon, de cuyo apellido nace el apodo “canutos” (seguidores de Canut); histórica etiqueta de los evangélicos en nuestro país.

De la mano de las primeras comunidades evangélicas llegadas a Chile el siglo XIX, tales como las Iglesias Presbiteriana, Luterana, Anglicana o Metodista -y ya a partir de la primera mitad del siglo XX, en la figura de las Iglesias Pentecostales-, un sinnúmero de pastores han impulsado miles de iniciativas que han contribuido a un mejor país.

Es posible encontrar, por ejemplo, a Siervos de Dios tales como el pastor metodista Raimundo Valenzuela Arms, quien participó del primer Te Deum ecuménico durante el gobierno del presidente Allende, invitando al diálogo entre gobierno y oposición, para luego el año 1973 promover, junto al pastor luterano Helmut Frenz y al cardenal católico Raúl Silva Henríquez, la creación del Comité Pro Paz para ayudar a perseguidos por la dictadura. Tan importante fue la obra de este pastor, que en su memoria existe hoy la Fundación Educacional Raimundo Valenzuela Arms, que administra colegios vulnerables en la comuna de Coronel.

Sin la notoriedad del reverendo Valenzuela, hoy cientos de pastores guían en la fe a miles de chilenos, impulsando además una invaluable obra social; alimentar a personas en situación de calle, llevar una palabra de aliento a las cárceles, sacar a jóvenes de la droga, organizar comedores comunitarios, etc. Pero, además, lo hacen con genuino amor al prójimo, viviendo en su mayoría humildemente, llegando incluso a postergar a sus familias en pos de los más necesitados. Ese es, el verdadero Siervo de Dios.

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