Opinión

Quemarlo todo

Por: Diario Concepción 15 de Febrero 2021
Fotografía: Jorge Condeza Neuber

Jorge Condeza
Ingeniero Comercial

Son inconstitucionales los partidos, movimientos u otras formas de organización cuyos objetivos, actos o conductas no respeten los principios básicos del régimen democrático y constitucional, procuren el establecimiento de un sistema totalitario, como asimismo aquellos que hagan uso de la violencia, la propugnen o inciten a ella como método de acción política. ( art 19 n 15 CP).

Cesará, asimismo, en sus funciones el diputado o senador que de palabra o por escrito incite a la alteración del orden público o propicie el cambio del orden jurídico institucional por medios distintos de los que establece esta Constitución, o que comprometa gravemente la seguridad o el honor de la Nación (art 60).

El famoso “como quieren que no lo quememos todo” de Catalina Pérez Salinas, diputada y Presidenta de Revolución Democrática, es más que una frase desafortunada o una anécdota más a la que nos tienen acostumbrados los miembros del Frente Amplio. Encaja justamente con la incitación a la alteración del orden público, una clara amenaza llamando a la insurrección, que debe leerse como una acción política en su rol de presidenta del partido.
Días después vimos cómo se quemaban decenas de camiones en la provincia de Arauco.

Seguramente no es la única que se cree con el derecho de incitar a la violencia y propiciar la lucha como método político. Y no será la última, ya que muchos incapaces de establecer sus ideas mediante el dialogo y la negociación, terminan tirando el mantel para avanzar a las patadas en lo que creen es lo justo y necesario. Es una casta de incapaces, de derecha o izquierda, que asumen que quien mas grita, presiona, quema o mata es el que finalmente será escuchado.

Lo que hace Pérez, la diputada, es un ataque justamente al pueblo que ella cree defender. Atacar la democracia es un ataque a todos nosotros y a nuestras libertades; y lamentablemente nos estamos acostumbrando a estas pachotadas de las autoridades que ponen en riesgo a nuestra democracia, esa que tanto costó recuperar. Unos ofrecen zanjas y otros amenazan con quemarlo todo, porque no tenemos la valentía de ir contra políticos corruptos y mediocres o de aislar a estos personajes y sus grupos violentos. No somos suficientemente valientes para defender lo logrado, y muchos se suman a esas voces que insisten en que por 30 años nada ocurrió en este país, a pesar de que la evidencia es abrumadora.

Ese es el nivel que hemos logrado con nuestra apatía por la política y por lo público. El dejar hacer nos ha llevado a esta situación en que autoridades se creen con derecho a vulnerar las leyes sin entender un poquito el rol que cumplen

En Chile, existe libertad de expresión, pero la diputada Pérez ha contravenido abiertamente la Constitución y eso merece mucho más que la portada de revistas y diarios o el anuncio de llevarla a una comisión de ética llena de coscorrones y chirlitos. Su acción requiere una acusación formal a la justicia que revisa estos casos, para que nunca más expliquemos las cosas con un “no lo vimos venir”, porque todos sabemos que si una autoridad amenaza con violencia lo que sigue es más violencia.

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