Opinión

Políticamente incorrecto

Por: Diario Concepción 26 de Enero 2021
Fotografía: Cedida

El 25 octubre 2020 la ciudadanía mayoritariamente resolvió que la Nueva Constitución fuese redactada por una Convención Constituyente 100% electa, en vez de la alternativa mixta. Esto fue una potente señal de que no se pretendía crear un “Congreso II” o algo similar, sino un ente heterogéneo, multicolor y con pluralidad política, que represente la diversidad de Chile.

En ese contexto, la irrupción de los llamados “independientes” no solo constituyó la novedad que refrescó el debate, sino efectivamente fue una contribución: caras e ideas nuevas, y energías revitalizadoras.
Con todo, comenzaron a surgir un par de fenómenos:

a.- Aparecen los auto proclamados “intérpretes del 80%”, aquellos que creen tener una bola de cristal para descifrar irrefutablemente que es lo que dijo “el pueblo”, y dado aquel poder, profetizan que la Convención debe estar “libre de políticos”, y

b.- Aprovechando la “ola a favor” sobrevino un rebrote de independientes: todos se comienzan a declarar como tales, incluso prominentes militantes renuncian a sus militancias con el solo afán de figurar como independientes.

En rigor, desde el punto de vista conceptual o intelectual nadie es políticamente independiente, pues todos tenemos una opinión que nos sitúa en una determinada comunidad de valores, y dentro de una determinada forma de ver la sociedad; bajo ese prisma sería más honesto hablar de “militantes y no militantes”.
Solo para ilustrar lo señalado, el Presidente Piñera no es militante de ningún partido, ¿alguien se atrevería a decir que es políticamente independiente? Sus ideas son bastante claras. Por otro lado Clotario Blest, otrora presidente de la Anef y fundador de MIR nunca tuvo militancia política, ¿era por ello un independiente político?

En síntesis, la diversidad de Chile es su riqueza, y ella debe expresarse en la constituyente: militantes y no militantes, laicos y religiosos, hombres y mujeres, originararios y no, etc; nadie, bajo ningún pretexto, puede atribuirse un derecho que, en democracia cada uno ejerce, en secreto, con un lápiz y un papel.

 

Alejandro Reyes
Abogado.

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