Opinión

Urgente planificación para prevenir incendios forestales

Pareciera que estamos indefensos ante grandes emergencias, que estamos a merced de pirómanos/as o de condiciones meteorológicas adversas, y lo cierto es que tenemos un paisaje perfectamente funcional a la ocurrencia de grandes incendios, tanto a escalas regionales, como a escala urbana.

Por: Diario Concepción 19 de Enero 2021
Fotografía: Cedida

Francisco de la Barrera
Académico de Faug UdeC e investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable Cedeus

Para el combate de incendios forestales se destinan recursos cada vez más importantes, especialmente si estos ocurren cerca de viviendas, personas u otros elementos de infraestructura.

La gestión de incendios como emergencias tiene procesos de comunicación donde se suelen relatar las intencionalidades respecto al origen de los incendios, al efecto potenciador del cambio climático, las condiciones meteorológicas, a destacar los recursos destinados (en especial aeronaves) y a las afectaciones en términos de superficie, pérdidas materiales, y eventualmente muertes. En cambio, los incendios son escasamente reconocidos como desastres socio-naturales, y la planificación para evitarlos se reduce a acciones durante el año previo a la temporada de incendios.

Lamentablemente, la planificación territorial a mediano y largo plazo para constituir paisajes menos propensos y menos riesgosos ante la amenaza de incendios, no entra en la ecuación, salvo algunos cortafuegos o planificaciones a nivel predial. ¿Cuánto vale esta forma de pensar?, ¿Cuál es su precio?

Pareciera que estamos indefensos ante grandes emergencias, que estamos a merced de pirómanos/as o de condiciones meteorológicas adversas, y lo cierto es que tenemos un paisaje perfectamente funcional a la ocurrencia de grandes incendios, tanto a escalas regionales, como a escala urbana. No hay una planificación ni gestión integrada de conjuntos de predios con plantaciones forestales o matorrales abandonados a su suerte por especulación para futuros usos urbanos. Estos son, en gran medida, parte de la interfaz urbano-forestal que representa una amenaza para zonas densamente pobladas.

En nuestro país, 3 millones de personas viven en zonas de alto riesgo de incendios forestales; 650mil en la región de Valparaíso y 800 mil en Biobío. El desastre que ya imaginamos ocurre cada cierto tiempo, afectando a quienes viven en zonas de riesgo, pero también a quienes viven lejos, llenándose de humos, de contaminación del aire con niveles propios de episodios de preemergencia e incluso emergencia ambiental.
En temporada de incendios hay ofertas y deudas por montón, y si bien una parte del problema se resuelve con acciones educativas y despejes preventivos, en la temporada con menos riesgos de incendios, otra gran parte requiere de planes complejos a largo plazo, cuya discusión parece extinta.

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