Opinión

De portales y postales del espacio y del tiempo

Usted se encuentra en un entramado arquitectónico de 47 Galerías que conforman el centro de la ciudad, en donde es posible, reducir el tiempo y la distancia.

Por: Diario Concepción 23 de Julio 2020
Fotografía: Lady Henao

M.Sc. Lady Henao
Mágister en Ciencias-Astronomía
Doctorante en Ciencias Físicas
Universidad de Concepción

Los universos paralelos cobran especial interés en tiempos donde Netflix hace parte de las noches y del café, sin olvidar que en la realidad, los viajes espacio-temporales son posibles únicamente en la ciencia ficción. Pero es factible realizar un experimento mental: en Concepción, una pequeña ciudad ubicada a 36° latitud sur, usted se encuentra en un entramado arquitectónico de 47 Galerías que conforman el centro de la ciudad, en donde es posible, reducir el tiempo y la distancia para desplazarse de un lugar a otro… ¡Paradoja! Ingrese por la Boulevard Gascón, continúe por las Araucarias, y siga por Adauy, termine en pasaje Musalem: usted acaba de hacer un desplazamiento donde acortó tanto decenas de metros de distancia como minutos en el tiempo, como si hubiese llegado a un universo paralelo entre calles Colo Colo y Caupolicán, todo gracias a una red de pasajes peatonales y marquesinas que se confluyen en este corto recorrido.

Usted camine por la vereda a un costado de la Plaza de la Independencia, ubique un reloj detenido por el tiempo y las protestas, y diecisiete pasos más adelante, la galería del Centro Español. Avance un par de metros adentro en los pasajes y con la mirada puesta en el cielo, se encontrará con pintorescos murales del Ingenioso Hidalgo, que, junto con Dulcinea del Toboso, Sancho Panza, los caballos y los molinos, pareciese que se abre un portal hacia otro mundo: el del Quijote.

Calle Colo Colo, Oficina de Correos Chile. En nuestro experimento, un portal espacio-temporal se abre en el gigantezco mural “Postal”, que recién nos representa la comunicación en misivas, en un viaje a través del tiempo, iniciando con el paso de los incas por tierras andinas, hasta las épocas del satélite Sputnik y la subsecuente conquista espacial. Vaya al restaurante Fina Estampa, que está ubicado en el centro de la capital penquista, y se verá inmerso en un voraz viaje en el tiempo hacia la pre-conquista, con murales de nuestra cultura milenaria, la que nos pertenece a usted y a mí que somos latino-americanos, se descubre a la cultura que construyó ciudades de piedra en aparejos simétricos y asimétricos, mientras de formas tenues en sus oídos, El Cóndor Pasa.

Es así como nuestro experimento mental funciona en una ciudad con tan loable riqueza en galerías y murales, características autóctonas de este punto austral, y con los que podemos experimentar con portales espacio-temporales en nuestra imaginación, porque si bien, hasta ahora, es verdad que NO hemos descubierto universos paralelos, mucho menos es cierto que la NASA haya abierto un portal espacio-temporal en la Antártica. Historia sin fin.

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