Opinión

Antes y después

No, ni este agujero de 6.500 millones de veces la masa del sol, ni el agujero negro más cercano al sistema solar descubierto hasta ahora nos va a tragar.

Por: Diario Concepción 25 de Junio 2020
Fotografía: Lady Henao

M.Sc. Lady Henao
Magíster en Ciencias-Astronomía
Doctorante en Ciencias Físicas
Universidad de Concepción

Transcurría la última primavera antes de la pandemia, cuando mi amiga Nadia me invitó a tomar un café. Los Álamos. Abre la puerta de su casa, un agujero negro supermasivo aparece amenazante… diástole, sístole. Por fortuna sólo se trata del póster con la primera imagen de este fenómeno astronómico, capturada por un telescopio que fue configurado para tener el tamaño del planeta. Nadia resalta cómo han cambiado estos tiempos: antes, ¡un agujero negro estaba descrito y demostrado teóricamente gracias a la física! Después, en cambio, para las nuevas generaciones, un agujero negro es un objeto astrofísico más, como lo son la luna, el sol, los planetas.

Es verdad, este objeto está ahora al alcance de un dibujo a colores: negro, para la parte del horizonte de eventos y la misma sombra del agujero negro, rojo y amarillo que representan el brillo del gas que se está acretando alrededor del agujero debido a la impresionante fuerza de gravedad. ¿Sabías Nadia, que la tecnología de alta ciencia lograda en las misiones astronómicas se coloca a disposición de la humanidad? Cámaras de celulares, imágenes diagnósticas en medicina, incluso uno de tus instrumentos odontológicos fueron creados gracias a las proezas en astronomía!

¿Estamos frente a una amenaza astronómica? No, ni este agujero de 6.500 millones de veces la masa del sol, ni el agujero negro más cercano al sistema solar descubierto hasta ahora, a una distancia de 1000 años luz, nos va a tragar. Ni a Nadia, ni a mí, ni al planeta. Pero haciendo un viaje en el tiempo y arribando al otoño austral, me llega una reflexión en medio de la distopía que estamos viviendo como humanidad, y que se hizo evidente por la pandemia: el hecho que nuestros modelos económicos, políticos y sociales se tragan con inmensa fuerza la vulnerabilidad de millones de personas. El capitalismo ya, hiper salvaje, nos engulle en una cultura de consumismo extremo, donde estamos siendo tragados junto con las toneladas de basura que generamos, y donde no parece haber una salida, aquí nada ni nadie podría escapar. La pandemia no generó la distopía: la hemos generado nosotros como especie.

En cuanto al agujero negro supermasivo, hoy tenemos la primera imagen que coincide con nuestra comprensión teórica, pero ¿cuál es la imagen del mundo que hoy estamos viviendo?, ¡Luces, cámara, sonrían!, ¿Cómo sería la foto?, ¿se hace evidente que tendríamos que poner en práctica nuevas teorías y modelos?, aquellos con los que el mundo pueda incluir a todas y a todos considerando la amplia gama de colores. ¡Más azúcar, por favor!

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