Opinión

Allende in the sky with diamonds

El meteorito mejor estudiado de la historia por fin descansaba de su largo viaje. Por 4.567 millones de años fue una roca vagabunda.

Por: Diario Concepción 21 de Mayo 2020
Fotografía: Roger Leiton

Roger Leiton
Departamento de Astronomía, UdeC

Su fin fue abrupto y su destrucción marcó el comienzo de una era. A la 01:05 de la madrugada del 8 de febrero de 1969, Allende bajó del cielo y se hizo añicos. Como restos de metralla, su cuerpo quedó esparcido ampliamente después de un último acto de inmolación. El meteorito mejor estudiado de la historia por fin descansaba de su largo viaje.

Por 4.567 millones de años fue una roca vagabunda (meteoroide), formada antes que el mismo Sol, a partir de los gases en colapso que originaron a nuestro Sistema Solar. Del tamaño de un automóvil pequeño, cayó bajo el embrujo gravitacional de la Tierra finalizando escandalosamente su viaje (meteorito) en una zona llamada Allende, al norte de México. Primero se zambulló a 15 km/s por la densa atmósfera terrestre en ángulo bajo, mientras la gran presión al contacto con el aire le quitaba velocidad. El frenado vino con un costo. Bien entrado en cielo mexicano, Allende se calentó hasta transformarse en una bola de fuego luminosa (meteoro), acabando su existencia de roca cósmica con una ruidosa explosión. Miles de trozos (unas 3 toneladas en total) llovieron a lo largo de una franja de 50 km sobre el Estado de Chihuahua.

Ocurrió 5 meses antes del retorno del Apolo 11 con las primeras rocas lunares, por lo que cámaras ultra-limpias para estudiar ese material -que protegen a las muestras de la contaminación- fueron probadas antes con los restos frescos de Allende. Así este meteorito se transformó no sólo en el estándar de comparación para clasificar otras piedras espaciales sino también en uno de los más estudiados.

Además de ese dramático final, y como muestra de su pedigrí, Allende llegó elegantemente incrustado con diamantes: se formó a partir de la gigantesca nube de gas que dio origen al Sistema Solar, salpicada con elementos químicos expulsados por lejanas estrellas ya muertas. Existen dos formas de crear diamantes en un meteorito. Una violenta, donde las colisiones por ondas de choque de explosiones estelares comprimen los átomos de carbono; y la suave, en la que el carbono de la nube se deposita lentamente sobre granos de polvo diminutos que con el tiempo formarán rocas gigantes. Los de Allende son nano-diamantes, 2 mil veces más pequeños que el grosor de una hoja de papel, formados quizás por la deposición de gases. Aún esto se debate.

El cuerpo de Allende ha sido repartido generosamente a decenas de laboratorios del planeta que han autopsiado hasta cien tipos de minerales exóticos y seguro seguirá dando más sorpresas. Como en una versión alternativa y astronómica de los Beatles, podríamos decir que de hecho no fue Lucy quien viajó por el cielo con diamantes, sino Allende (Ignacio José Allende, oficial y patriota mexicano del levantamiento de 1810).

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