Opinión

De tecnología y libertad

Las escuelas, los hospitales, las fábricas, las prisiones, los manicomios serían paradójicamente, a la vez, instrumentos de control (de sumisión o domesticación).

Por: Diario Concepción 15 de Abril 2020
Fotografía: Carolina Echagüe M.

Andrés Cruz Carrasco
Abogado, magíster Filosofía Mora

En las lecciones conferidas en el “Collège de France”, específicamente en el curso que fue recogido en “El nacimiento de la biopolítica”, Michel Foucault sostuvo: “La segunda consecuencia del liberalismo, y del arte liberal de gobierno, es la formidable extensión de los procedimientos de control, de constricción y de coerción, destinados a construir una especie de contrapartida y de contrapeso a la libertad. He insistido suficientemente sobre el hecho de que las grandes técnicas disciplinarias, que se encargan del comportamiento de los individuos día a día y en los más mínimos detalles, coinciden exactamente – en su desarrollo, en su explosión, en su diseminación por la sociedad- con la época de la libertad. Libertad económica, liberalismo en el sentido antes indicado, y técnicas reguladoras: se trata, también en este caso, de dos aspectos perfectamente conexos”.

De este modo, podemos conciliar una visión extrema del liberalismo, de carácter netamente económico, con prácticas, regulaciones y controles de carácter intervencionistas que se alzan para satisfacer otro concepto: el de seguridad. Para este filósofo francés, un modelo económico de corte anarco individualista asociado al desenvolvimiento de un mercado sin reglaje donde prime la autorregulación conforme a los intereses particulares, requiere para asegurar su proyección y funcionamiento de procedimientos de control, de constricción y de coerción a los ciudadanos, esenciales para la acumulación de riqueza.

Las escuelas, los hospitales, las fábricas, las prisiones, los manicomios serían paradójicamente, a la vez, instrumentos de control (de sumisión o domesticación) y dispositivos que tutelan los derechos sociales. Con el teletrabajo y la educación a distancia, estas prerrogativas se desplazarían a los domicilios de los sujetos, quienes, aislados, se verían impedidos de forjar un sentido de identidad colectiva y de organizarse, volviéndose más dóciles y sometidos a la constante vigilancia electrónica, dejando de ser un riesgo para quienes detentan el poder. Debemos resguardarnos de vernos seducidos por las “oportunidades” que pudiesen abrirse con las nuevas tecnologías, ya que, con muy bien expresa el profesor Mauro Baberis: “La asistencia social desde la cuna a la tumba y los campos de exterminio nazis son dos variantes de instrumentos liberales de gobierno, que desde luego no atentan contra este. La delegación en el mercado globalizado y digitalizado de funciones que antes se reservaban al Estado no es una puerta al reino de la libertad, sino un diferente instrumento de gobierno”.

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