Opinión

Aplicaciones y beneficios sociales que el hidrógeno ofrece para Chile

Actúa como un medio de almacenamiento de energía que luego puede convertirse nuevamente en calor y energía para escuelas, hospitales, comunidades, edificios o embarcaciones.

Por: Diario Concepción 08 de Diciembre 2019
Fotografía: Rodrigo Díaz Valenzuela

Rodrigo Díaz Valenzuela
Consultor en Tecnologías de Sost

En nuestro artículo anterior abordamos el porqué del Hidrógeno. Así, es propio ahora preguntarnos para qué. Según el Ministerio de Bienes Nacionales en Chile existen 43.471 islas, además de 4.270 kilómetros de costa, que en conjunto aportan un potencial energético bruto mareomotriz y eólico de 202 GW. La pregunta es cómo volcar ese potencial a nuestra comunidad, país y el mundo.

Pues bien, podremos usar esa energía renovable para la producción de hidrógeno verde en las islas, por ejemplo, isla Mocha, Santa María o Chiloé, lo generado en ésta podrá ser utilizada por electrolizadores de membrana de intercambio protónico de última generación (PEM) para producir hidrógeno por electrólisis de agua. Este hidrógeno se almacena como gas a alta presión en los remolques de tubos, que pueden transportarse a diferentes lugares de las islas o fuera de ellas, pudiendo por ejemplo disponer capacidades de MW en diferentes lugares geográficos, ubicados cerca de los activos de generación renovable. El hidrógeno actúa como un medio de almacenamiento de energía que luego puede convertirse nuevamente en calor y energía para escuelas, hospitales, comunidades, edificios o embarcaciones en los puertos. Así como el combustible para la operación de vehículos de hidrógeno, que transportarán el mismo producto, a personas, producción económica y turismo. Todo con cero emisiones en todo el ciclo completo de producción, a diferencia de otras fuentes de energía semi sostenibles como podría ser el uso principal de baterías eléctricas.

Por ejemplo, la evidencia tecnológica examinada permite estimar que, si instalamos dos electrolizadores PEM de 1,5 MW en total en una isla, producirán aproximadamente 50 toneladas de hidrógeno cada año a partir de energías renovables limitadas. Este hidrógeno “sin carbono” se puede usar para calentar viviendas locales, producir agua independiente del estado de cuencas hidrográficas durante los 365 días del año; electricidad para atender barcos de turismo que requieren apoyo de servicios; compensación galvánica (cuando están atracados), entre otras. También transportarlo en barcos a otras territorios para replicar su usos o incorporar transporte de buses , autos, camiones eléctricos en la isla que aportarán gran economía y huella de carbono cero. Por ejemplo, un vehículo es capaz de lograr autonomía de 550 km con sólo 5 kilos de hidrógeno, con tiempo de llenado de su estanque en 3 minutos, para renovar otros 550 km de autonomía, que representa un costo aproximado de 50 dólares, por estanque. Esto significaría un gran beneficio para la comunidad que depende de estos factores para lograr completa autonomía, con una real compatibilidad medio ambiental.

Así, el hidrógeno postula a democratizar sus beneficios y coloca al ser humano al centro del desarrollo justo y equitativo.

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