Opinión

A la búsqueda del primer tatarabuelo

Por: En el Tintero 31 de Octubre 2019

Una nueva investigación basada en el ADN ha concluido que el hombre moderno se originó en lo que hoy pertenece al norte de Botswana, hace 200.000 años. La Región, hoy árida, atesoraba en su día un complejo sistema de lagos que dio lugar a un ecosistema fértil, apta para el desarrollo de la vida diversa.

Según un equipo de investigadores del Instituto Garvan de Investigaciones Médicas de Sidney, los humanos modernos procedemos, por lo menos los modernos, de una sola población que vivió en el sur de África. Para despejar la incógnita, los científicos analizaron el ADN mitocondrial de las poblaciones nómadas de cazadores-recolectores que actualmente viven, no tan bien ahora, por esos lados. Según estos científicos, el ADN mitocondrial actúa como una cápsula del tiempo de nuestras madres ancestrales, acumulando cambios lentamente durante generaciones. La comparación de este código, con el ADN de los huesos encontrados, demuestra que están estrechamente emparentados.

El geólogo del equipo explica que en esa región hubo un enorme lago, que al irse secando, dejó un tremendo humedal, que como todo el mundo sabe, permite la existencia de innumerables especies, entre ellos estos remotos abuelitos, más pequeños que nosotros, harto peor vestidos, sin planes previsionales, pero igual de curiosos y emprendedores, además de patiperros, lo que explica que nos encontremos repartidos por todos lados, secando humedales.

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