La creación de Prosur es un signo del clima político cambiante en América, una respuesta a la desunión regional que se viene gestando hace años. Con la reciente firma de seis países para establecer un reglamento, vemos la oportunidad de tener un foro que no teníamos, de integrarnos y coordinarnos sin burocracia y con efectividad.
Por mencionar un ejemplo, entablar buenas relaciones hizo que en tiempo “récord” se negociara el tratado de libre comercio entre Chile y Brasil. Pacto que aborda asuntos tan diversos como: comercio electrónico, servicios, medio ambiente, empleo y género. Asimismo, ocurrirá con otros países de la región.
En el tenso ambiente que vivimos, no hay duda que se requería avanzar en acuerdos de integración. Es por esto que los objetivos de esta instancia han quedado demostrados con claridad. Se requería abordar con urgencia la ausencia de integración, coordinación y diálogo de América del Sur ante la inactividad de UNASUR, una organización politizada y acéfala hace ya dos años. Hoy, con la firma de este acuerdo, mostramos el liderazgo que tenemos como país en la región, pero, sobre todo, somos el nexo perfecto para fortalecer la unidad y cooperación que tanto se necesitaba.
Patricio Saavedra Bahamondes