Opinión

Desafíos y protección del patrimonio forestal chileno

Por: Diario Concepción 06 de Septiembre 2019
Fotografía: Cedida

Los recursos forestales de Chile tienen hoy un destino incierto. Esa incertidumbre, en nuestra opinión, es institucional. Hagamos algo de historia: la primera ley de Bosques data de 1931, y en el año 1946 un equipo norteamericano (la misión Haig) hizo posible el primer inventario forestal a nivel país. En 1952, la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Chile crea la Escuela de Ingeniería Forestal. En 1954, la Universidad Austral seguía los pasos de la enseñanza superior forestal, y en 1959 sería la Universidad de Concepción la tercera facultad de estudios forestales del país.

Así, con el impulso académico y científico en marcha, se crea en 1961 el Instituto Forestal de Chile el cual entregaría un nuevo y exhaustivo inventario del bosque nativo en 1967. Tres años después, en mayo de 1970, se crea la Corporación de Reforestación, antecedente de la Conaf creada posteriormente en abril de 1973 en el gobierno del presidente Allende.

Varias décadas han pasado de desarrollo institucional forestal, y hoy, estamos ad portas de un desafío mayor: tomar en nuestras manos la experiencia mundial en materia de bosques, la cual enseña que la mejor manera de preservarlos es poniéndolos en valor y no dejándolos cual estatuas de hielo. Por ello, resulta vital atender la actual discusión legislativa del proyecto que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, servicio bajo la jerarquía del Ministerio del Medio Ambiente, el que además de las facultades en materia forestal, tendrá atribuciones en materia de pesca y de conservación de todo tipo de especies terrestres.

Creemos que esto implica desandar lo andado en materia institucional. Disolver la especificidad que tiene un órgano como la Conaf en la generalidad de un Servicio de Biodiversidad que tiene muchísimas ocupaciones, equivale a desintegrarla y a hacerla abdicar de su función histórica más propia. Necesitamos preservar la integridad del sector, a la vez que una pronta aprobación de la ley que crea el Servicio Forestal.

En tiempos de emergencia climática y de proliferación de incendios, una política de prevención eficiente vendrá de la mano únicamente de los mejores órganos que seamos capaces de construir. Para eso, se requiere un Estado presente y que discierna correctamente. Conaf y una Subsecretaría Forestal que se cree al efecto, son imperativos a los que, por el bien de Chile, no debemos renunciar.

 

Jaime Tohá González
Diputado de la República

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