El 7 de agosto es el día del dirigente social, conmemorando la publicación de la ley de Juntas de Vecinos de 1968. Varios años han pasado, Chile ha cambiado, el siglo XXI demanda al Estado, al mundo privado y a las organizaciones sociales, ponernos a la altura de los desafíos.
El acontecer, en Concepción, nos encuentra a los dirigentes sociales a dos meses de una consulta ciudadana que busca recoger la opinión no vinculante de los penquistas respecto a la altura máxima de construcciones en la ciudad, este debate nos demanda poner al centro la defensa del derecho a una ciudad armónica, sustentable y democrática; donde el acceso a la vivienda no siga encareciendo sus costos, en el cual el medio ambiente no sea dañado, y por cierto donde la deliberación ciudadana sea escuchada y no sólo un guiño testimonial.
Además, un proyecto de construcción de línea de metro para Concepción, que cuenta con anuncio de financiamiento de su estudio previo. A nivel de ciudadanía cuenta con adherentes y detractores; pero por sobre todo propicia una oportunidad para debatir respecto a reformar un transporte público de baja calidad, falto de tecnología y no sustentable. Metro para Concepción debe seguir siendo debatida, se generarán más instancias para aquello, pero sin duda no podemos cerrarle a priori la puerta a una iniciativa que puede generar inversión pública en regiones, algo tan difícil de conseguir ante este asfixiante centralismo.
Los dirigentes sociales y vecinales tenemos la tarea de contribuir a la necesidad de vivir sin miedo a la delincuencia y al tráfico de drogas desde un enfoque preventivo y comunitario; debemos incorporar elementos de equidad de género, para eliminar las brechas sociales entre hombres y mujeres. Tenemos importantes tareas en Concepción que sabremos cumplirlas con éxito, feliz día.
Rubén Muñoz Galdámez
Presidente Coordinadora Vecinal de Concepción