Opinión

La tarea de hijos libros y árboles

Por: En el Tintero 27 de Junio 2019

La denominada sabiduría popular ha descrito como marcas de productividad del hombre su capacidad para tener hijos, escribir libros y plantar árboles. Tareas que se supone dejan al mundo mejor que como estaba, hay, por supuesto, gente que se lo toma demasiado en serio, con muchos libros y hartos hijos, además de armar un bosque por su cuenta, pero, para el común de los mortales, un producto del trío propuesto estaría bien.

Para ir avanzando en este proyecto de vida, hace pocos días, más de cien personas subieron al Cerro Caracol para participar de la plantación de especies nativas, una iniciativa impulsada por la Seremía de Vivienda y Urbanismo, para robustecer la idea de cuidar ese emblemático hito geográfico penquista y para impulsar a la comunidad a que lo conozca y lo haga parte de su vida.

Está en el marco general de los ambientalistas más inspirados, la idea de reemplazar las especies forestales exóticas por flora nativa, llenar, en este caso, el cerro, de hermosos y nobles árboles nativos. Así, uno de los objetivos de la actividad, que se realizará tres veces en el año, es realizar un recambio paulatino de las especies que no son propias del Parque Metropolitano y reemplazarlas por Arrayán, Maitén, Quillay, Maqui y Roble, entre otros, entregando así mayor valor natural al lugar.

Se estima que mensualmente el Cerro Caracol es visitado por aproximadamente 22 mil personas, una cifra que se espera aumentar, ya que se trata de un espacio que se puede seguir embelleciendo para el beneficio de nosotros, los que vivimos aquí y los que tengan la excelente idea de venir a visitarnos, de paso tener más árboles, seres vivos indispensables y generosos.

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