Opinión

TPP11: un tratado con oportunidades

La globalización que ha traído el siglo XXI, no nos permite avanzar bajo modelos económicos proteccionistas.

Por: Diario Concepción 25 de Abril 2019
Fotografía: Cedida

Felipe Vergara
Doctor en Comunicación Unab

No existen tratados perfectos, hay que asumir que para lograrlos se requiere ceder en algunos temas para ganar en otros, ejemplo de ello es el TPP11 (Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico).

Hace ya décadas que nuestro país tomó un camino de apertura comercial que nos permitieron una transformación económica de la mano de los gobiernos de la Concertación, por lo que suena bastante poco entendible que sean ellos mismos los que hoy pretendan borrar su propia historia de tratados, buscando con ello un beneficio mezquino y populista.

Recordemos que 24 de los 26 tratados suscritos por Chile fueron firmados por presidentes de Centroizquierda, lo que hoy significan que el 95% de nuestras exportaciones, va a países donde tenemos acuerdos de libre comercio.

La oposición parlamentaria al TPP11 -proveniente del Frente Amplio y parte de la ex Nueva Mayoría- se ha basado en supuestos impactos negativos que traería este tratado en la economía, la legislación e incluso la soberanía de Chile y no en los cambios sustanciales que el pacto eventualmente imponga; pero más allá de ello, lo que molesta a la izquierda es observar la consolidación de un modelo de intercambio comercial abierto, que en el caso chileno ha favorecido el crecimiento y la democratización del consumo (el 95% de nuestras exportaciones van a países con los que tenemos TLC); siendo así, pareciera que aquellos partidos que reniegan del TPP11, han visto en este rechazo una oportunidad para continuar golpeando a un ya muy alicaído gobierno.

No significa que el TPP11 sea perfecto, como ningún tratado internacional lo es. Hay dudas razonables de algunos aspectos de éste y es normal que así sea; sin embargo, lo que corresponde hacer es analizar estas imperfecciones en su dimensión real y compararlas con los beneficios concretos que se obtengan y no rechazarlas de plano; el todo o nada en las relaciones internacionales no existe.

Los efectos negativos que tiene la apertura al comercio internacional deben enfrentarse con políticas públicas específicas que procuren mitigar los efectos a los cambios que traiga este tratado. El TPP11 mejora nuestra posición de mercado en países donde hoy día no estamos y tenemos una escasa presencia y que engloban cerca de 500 millones de habitantes, lo que, para un país con 17 millones de personas, es evidentemente atractivo.

La globalización que ha traído el siglo XXI, no nos permite avanzar bajo modelos económicos proteccionistas, ni los países radicales en lo político, como China o Vietnam, lo han hecho; por lo mismo para sistema como el chileno, el TPP11 es un desafío en el que se puede avanzar con éxito.

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