Opinión

¿Y si la gente se aburrió del show?

El Juego de Estrellas de la NBA cada vez sabe menos cómo conquistar y asombrar a los seguidores del básquetbol que, aparentemente, lo han visto todo y están saturados de tantos puntos.

Por: Paulo Inostroza 18 de Febrero 2019
Fotografía: Referencial

Recuerdo la tensión en el mano a mano entre Jordan y Wilkins, las caras de asombro cuando tomaba carrera Carter y la boca abierta del mundo después de elevarse, a Lavine versus Gordon sin más parafernalia que sus piernas, el aro y un balón naranja en las manos. Hoy, no van los mejores para no lesionarse. En estos días, se trata de poner un avión enfrente, un dinosaurio de colores y un cantante de rap para saltar encima, a duras penas, y volcarla sin fuerzas. Show sin consistencia, lo que supuestamente el público quiere. Lo que pasa en todos lados.

Pero la gente se aburrió de los marcadores 180-172. De alguien que gira tres veces sobre sí mismo y la deposita mientras la defensa no existe y lo aplauden al caer. No saben qué inventar para que el All Star se haga competitivo, después que ellos mismos le quitaron la seriedad. Y no sólo a ese juego, sino a la competencia regular. Ahí los marcadores son excesivamente abultados, se baten récords todos los días por jugadores que no son más que Ewing ni Olajuwon, pero sus números dicen otra cosa. Harden lanza 500 tiros libres por partidos, los jóvenes creen que están viendo a los mejores de la historia. Esa es la pomada.

En un mundo donde las películas son explosiones sin contenido y versiones nuevas de películas que eran infinitamente mejores, no debería ni sorprendernos. Inventar héroes, hacernos creer que abunda en la pobreza.

Y, de pronto, extrañamos lo poco, que en realidad era hermoso. El 78-69 con que ganaba Detroit campeón, los pivotes dándose codazos bajo el cesto para que nadie pasara tan fácil, el mérito de lo que era difícil, de que los mejores no eran los que ganaban caminando. El recordar cuando los héroes existían y no necesitábamos inventarlos.

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