Opinión

El olvidado oficio de caballero

Por: Procopio 16 de Noviembre 2018

Los caballos y los hombres han estado juntos por muchos siglos, a pesar de su tremenda utilidad y la larga relación de proximidad, no siempre el hombre ha sido un compañero justo, ni siquiera un buen compañero. Si los caballos fueran más inteligentes de lo que son, ya habrían descubierto como librarse de nosotros, pero, en contraparte, hay fanáticos adoradores de caballos, gracias a los cuales la gente meritoria logra ser llamada caballeros.

En cualquier caso, antes de andar a caballo, hay que pasar por la fase previa de domar a este noble animal, ya que no salen de fábrica aptos para ser ensillados y empezar a ganar carreras o campeonatos de saltos, ni siquiera para andar sin mayor prisa paseando por allí.

Domar tiene connotaciones negativas, suena a violencia, a cambiar conductas en una competencia para demostrar quién es más bruto, o más fuerte, o más abusador, Sin embargo hay una técnica, ya centenaria, de amansar caballos llamada “doma india”.

El objetivo de esta técnica es amansar al caballo sin maltratarlo, cambiando el paradigma de gritos, latigazos y tirones tradicionales, eliminando el jinete que se sube sin gentileza alguna a la grupa de estos nobles animales para hacerlo obedecer a punta de espolonazos.

La idea es relacionarse con el caballo sin violencia ni conflicto, a través de un vínculo de confianza para generar persuasión y educarlo con la autoestima que corresponde. Es enseñar a un caballo en base a un vínculo fuerte. Es un proceso educativo, que, como tal, demanda sabiduría y respeto, más razonables dosis de tiempo, cosa que cualquier jinete decente sabe muy bien, el modo como termina de entenderse con su cabalgadura.

Todo parecido con los consejos para tratar con la gente es absolutamente intencional, es mejor conseguir cambios a la buena.

Etiquetas