Opinión

Biodiversidad para el desarrollo regional

Por: Diario Concepción 27 de Octubre 2018
Fotografía: Cedida

Dr. Ricardo Barra
Decano Facultad de Ciencias Ambientales
Investigador Centro EULA y Centro CRHIAM
Universidad de Concepción

En un reciente seminario organizado por nuestra facultad, la Seremi del Medio Ambiente y la empresa Greening Ingeniería Verde, discutimos las oportunidades y amenazas a la biodiversidad en la Región del Bío Bío.

En la instancia se abordó la pérdida de biodiversidad como un problema ambiental global, que a la vez tiene serias consecuencias a nivel local. Por ejemplo, la reducción de las pesquerías en nuestra zona.

Hoy, la discusión sobre la pérdida de esta biodiversidad no está en la agenda pública, a pesar de los ingentes esfuerzos que hace el Ministerio del Medio Ambiente en nuestro territorio, por impulsar iniciativas de protección de especies amenazadas, además de la recuperación de grandes superficies afectadas por incendios forestales.

En ese contexto, aún tenemos algunas deudas desde las políticas públicas, que son parte de la reforma a la institucionalidad ambiental, vigente desde 2010, tal como la creación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, junto al Servicio Nacional Forestal, desde años en discusión en el parlamento.

En ese nivel de deuda estamos en lo que concierne a la protección de la biodiversidad, porque todavía no se entiende realmente el valor intrínseco de protegerla, así como tampoco los servicios que presta para el desarrollo productivo y sostenible de la Región.

Es entonces que vemos cómo se ciernen demasiadas amenazas sobre nuestro patrimonio natural, que sin duda puede convertirse en una importante fuente de beneficios sociales, ambientales y económicos. Esto último, solo si lo conocemos mejor, ya que no podemos proteger aquello que no sabemos que existe.

Sin embargo, todavía hay enormes posibilidades de crear un plan maestro, que permita desarrollar infraestructura verde en nuestra provincia, que vincule espacios naturales y urbanos, como lo es el campus de la Universidad de Concepción, el Parque Ecuador o la Reserva Nonguén, que a su vez potencien el Parque Científico-Tecnológico, y la protección de la biodiversidad nativa y sus servicios.

A pesar de ello, actualmente muy poca gente en nuestras comunas sabe, por ejemplo, el importante servicio ambiental que presta la Reserva Nonguén para abastecer de agua potable a la comuna de Penco, y que eso se debe a la capacidad de los bosques nativos y su diversidad, para almacenar agua y liberarla cuando más lo necesitamos.

Por ello, y considerando que la superficie protegida en nuestra región es pequeña, se debe también incorporar a los privados en este esfuerzo. Para ello, nuevamente se hace necesario pensar en incentivos para los pequeños productores agrícolas y forestales, lo que se denomina “pagar para conservar”.

En esa misma línea, también los grandes productores agrícolas y forestales deben hacer un esfuerzo, pensando en los beneficios que tiene conservar el patrimonio natural, pero también recuperarlo y restaurarlo.

Los últimos datos disponibles indican que invertimos poco más de 1 dólar por hectárea para proteger espacios naturales. Es entonces que el gran sector privado de la Región podría aportar otro dólar, y así duplicar el conocimiento y la capacidad de restaurar ecosistemas altamente frágiles y dañados, como es por ejemplo la Cordillera de Nahuelbuta, con enormes beneficios para la sostenibilidad de la Región.

Sociedades aparentemente simples, pero que, sin la voluntad ambiental de cada parte, no va a ser posible alcanzar los objetivos de la Agenda 2030.

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