Opinión

Por el tipo que lanzaba balones detrás del arco

Fernández Vial denunció a General Velásquez. Vallenar hizo lo mismo y también metió a Santa Cruz en el cuento. La Segunda División quedó parada un mes por temas administrativos. Un lío gigante en una categoría “pichanga”.

Por: Paulo Inostroza 01 de Octubre 2018
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Héctor Lazo podría ser ese jugador que gane todos los partidos que Fernández Vial no pudo amarrar durante el campeonato. Pero Lazo no es jugador, es ayudante de kinesiólogo. Bueno, quizás tampoco. Parece y está más o menos claro que era el preparador de arqueros. Tiraba pelotas detrás del arco, firmaba de otra cosa. Y eso no se puede hacer, algo que General Velásquez tiene muy claro, pero en su momento dejó pasar. Trató de borrar toda prueba en redes sociales, como Baradit, pero en Vial se avivaron y ya tenían pantallazos y otras pruebas. Las primeras que presentaron no fueron suficientes, dijo el tribunal. Tres votos contra dos. ¿Y las nuevas?

Tengo un dilema con este caso y cada vez que se repite, curiosamente siempre en las divisiones de más abajo. Las que Santiago nunca pesca. Hay un método de castigo que no me calza. Mi hijo no se come las lentejas y estoy castigando al que me las vendió en el almacén y hasta a la cuchara. Porque Lazo, seamos claros, no influyó en nada aquel día en que Alegre y el chico Durán anotaron para el 2-0 de General Velásquez. Tampoco Hisis, cuando firmó estando allá atrás en la banca de Cobreloa y la gente de Ñublense los bajó por secretaría.

Es que eso del “por secretaría” hasta suena feo. Te dice explícitamente que no lo conseguiste en la cancha, como debiera ser. Pero mientras exista una normativa a la vista y sanciones erradas, pero por todos conocidas, lo criticable sería que Fernández Vial no alegara. Que supiera de un error y se quedaran de brazos cruzados, sin alegar. ¿Quién lo haría? Y, sobre todo, en un mundo del fútbol, donde vuelve Ruiz Tagle y se busca candidato en las sombras para hacerle frente a Mayne Nicholls.

El error es de más arriba. Es de aquellos que dejan para el final y en una nebulosa decisiones que pueden significar el futuro total de un club, el subir o bajar, su sobrevivencia en una división que históricamente ha sido un cementerio. La que mató un año a Naval y Lota Schwager. Porque tener un mes parado el torneo es un reflejo de lo que han hecho siempre desde la Anfp: un abandono total a su malformada división de bronce. Una donde se ven resoluciones extrañas, vergonzosas, muy sospechosas y siempre tardías.

Vial alega porque hay una puerta abierta. Una que otros dejaron abierta. La puerta de la duda, de la “interpretación de la ley”, del castigo que no se utiliza con igualdad. Quizás le den la razón por Lazo o tal vez no. Lo cierto es que Vial también ha estado en la vereda del afectado “por secretaría” y sabe cómo es. Por eso, hay que cambiar los castigos. A veces, basta con una multa.

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