Opinión

¿Qué viene?

Por: Diario Concepción 28 de Septiembre 2018
Fotografía: Diario Concepción

En septiembre, algunos recordaron los 10 años de la debacle financiera que produjo la crisis subprime, incluyendo comparaciones de cómo esta vez la acción conjunta de los gobiernos y bancos centrales de las principales economías lograron que el asunto no fuera aún más trágico, como en el 30, a pesar de que aún quedan rescoldos por doquier.

Como me informa un banco, en su reporte mensual, la crisis del 2008 fue provocada por “exceso de confianza y exuberancia irracional” que creó una burbuja inmobiliaria entregando créditos a gente que no cumplía los requisitos, y que con esas deudas se crearon nuevos productos de inversión en que mezclaban créditos de alta y baja calidad, convirtiendo todo el paquete en un producto muy maquillado que los bancos de inversión compraban como pan caliente bajo la promesa de una alta rentabilidad. Todo condimentado por agencias de evaluación y entes reguladores que no hicieron la pega, pero donde todos ganaron. Un fraude a gran escala.

Y lo que era más o menos lógico, ocurrió. Las personas dejaron de pagar, los bancos dejaron de comprar estos novedosos productos financieros que nadie sabía cuánto valían, y el pánico cundió.

El hito más visible fue la caída de Lehman Brothers el 15 de septiembre del 2008, pero ya en agosto del 2007 BNP Paribas avisaba no tener capacidad para cumplir con 3 fondos hipotecarios y pidió ayuda del BCE. Luego Inglaterra rescató el Northern Rock y en Marzo del 2008 JP Morgan compró Bear Sterns con ayuda de la FED. Todo esto matizado con nuevas líneas de canje para los bancos comerciales y la inyección de cientos de miles de millones para mejorar la liquidez de los fondos de inversión de corto plazo.

A marzo del 2009 El S&P 500 bajó 57% desde el máximo logrado el 2007 y se requirió toda la inventiva de los banqueros centrales para sacar el problema adelante sobre todo cuando ya no había herramientas tradicionales de politica monetaria. Se creó el famoso ajuste cuantitativo y la relajación monetaria, los que comenzaron a retirarse muchos años después.

Aunque hay países que vieron su economía colapsar el 2011 y 2012, como Portugal, Grecia y también España, y que mantienen niveles de desempleo altísimos y aún no se recuperan del remezón, ya muchos hablan del término del ciclo positivo, y recomiendan buscar refugio ante los efectos negativo de la guerra comercial, del alza de las tasas en EE.UU. o de asuntos más sofisticados como la diferencia entre tasas cortas y largas que anticipa recesión o de que los indicadores de liquidez aún no la presagian.

Sin poder establecer el día y la hora de una nueva crisis financiera, conviene revisar las rentabilidades ya conseguidas y buscar en que economía emergente o desarrollada algún ingenioso ya se afanó el dinero o alimentó otra burbuja fraudulenta, porque en el mundo el dinero barato sobra y los pillos también, como ya ocurrió el 2008.

Jorge Condeza Neuber
@jorgecondezan

Etiquetas