Los espectáculos deportivos suelen verse empañados por gente que es el de agrado de muy pocos, pero que cada vez más se adueñan del protagonismo. Y las soluciones son solo parches, que en muchos casos siguen alejando a la familia del estadio.
Triunfazo de UdeC sobre U. de Chile ayer en el Ester Roa. Inobjetable, justo, meritorio y hasta bonito, considerando el buen marco de público que llegó al estadio. El clima acompañó y estaban todas las condiciones para que el espectáculo fuese redondo. Y casi termina siendo así.
Colo Colo no pudo ante Palmeiras el miércoles, pero en este análisis el resultado no es lo que importa. En el Monumental la gente valoró la actuación del equipo y lo despidió con aplausos, pese a quedar con un pie y medio fuera de Copa Libertadores. Pero no todos aportaron al espectáculo. Son situaciones que, lamentablemente, cada vez normalizamos más por el hecho de que se repiten y no se hace nada por evitarlo. O los esfuerzos, cuando los hay, terminan siendo en vano.
Ayer en el Ester Roa, Piero Maza pitó el final del partido y varios hinchas saltaron las rejas para ingresar corriendo a la cancha a abrazar a un par de jugadores y “pedir” una camiseta. En algunos casos esto suele ser casi un asalto o una exigencia. El jugador acata regularmente para no tener dramas con barristas que cada vez más se adueñan del espectáculo. ¿Cuál era la necesidad de empañar así un espectáculo? Claro, más de cinco no fueron, pensando que asistieron 16.105 espectadores. La cifra es muy mínima, pero todavía pasa. Y en Santiago, otra vez, por un par de lienzos que poco y nada aportan al equipo que supuestamente tanto aman los hinchas, son miles las personas que pese a pagar 28 mil pesos, deben estar más de noventa minutos parados para lograr ver el partido. Si tienes entre 15 o 50 años, lo puedes hacer perfectamente, aunque no es lo ideal, pero que adultos mayores o niños no puedan disfrutar porque a un par de “hinchas” se les ocurrió desplegar lienzos para que salgan en televisión es, por lo menos, triste.
Son trapos, los mismos que ayer en el Ester Roa los carabineros les quitaron a un par de hinchas azules en el sector de Andes. Ni siquiera tienen consignas alusivas de apoyo al equipo. Eran tantos los lienzos ayer y no más de tres “valían la pena”. Es lindo el colorido, pero no cuando atenta contra el espectáculo.
A muchos no les gusta que las cosas se hagan bien, son felices subiéndose a la reja, prendiendo bengalas, metiéndose a la cancha sabiendo que está prohibido. Son pocos, pero se transforman en tristes protagonistas. Otra vez el Ester Roa demostró que está apto para recibir partidos de alto nivel. Colo Colo, la “U”, UC y Santiago Wanderers ya han llenado el estadio, el cual es el mejor y más moderno de Chile. Y si el de otra ciudad quizás no es nuevo ni bonito, con tristeza se deben seguir aguantando a todos quienes ensucian el espectáculo. El problema es social, no es del fútbol.