Edison Hormazábal
Nutrición y Dietética
Universidad del Desarrollo
Los batidos frutas contienen, en general un bajo aporte calórico, pero a su vez gran cantidad de vitaminas, minerales y fibra dietética. Destaca la vitamina C, que es un potente antioxidante, ayuda al desarrollo de dientes, encías, huesos y cartílagos, a la cicatrización de heridas y producción de colágeno. Evita igual el envejecimiento prematuro, contribuye a mejorar la absorción del hierro, reduce la aparición de enfermedades degenerativas como arteriosclerosis, cáncer y alzheimer, y previene las infecciones y resfríos. Se encuentra en mayor cantidad en el kiwi, naranja, fresas, papaya, limón y melón. Otra de las vitaminas que encontramos en las frutas es la A (beta-caroteno), que mejora considerablemente la visión, ayuda a ver mucho mejor en la oscuridad, es antioxidante, contribuye a mantener la piel sana, a la formación de dientes, encías, huesos, uñas y cabello.
Es muy importante para prevenir enfermedades infecciosas, especialmente aquellas del aparato respiratorio, pues crea barreras que impiden el paso de ciertos microorganismos bacteriológicos. Se encuentra básicamente en frutas amarillas, rojas y verdes como el caqui, damasco, níspero, durazno, melón, papaya y mango.
También es importante mencionar su aporte de vitamina E, antioxidante que protege el tejido corporal del daño causado por sustancias llamadas radicales libres. Estos radicales pueden dañar células, tejidos y órganos, y se cree que juegan un papel en ciertas afecciones relacionadas con el envejecimiento. También ayuda a mantener el sistema inmunitario, contribuye a la formación de glóbulos rojos, de igual manera a dilatar los vasos sanguíneos y a impedir que la sangre se coagule dentro de ellos. Está presente en frutas como el durazno, papaya, damasco y mango.
En cuanto al aporte de minerales, destaca el potasio, que contribuye a regular el balance de agua en el organismo y a mantener la presión sanguínea normal. Se encuentra en el plátano, ciruelas, naranja, kiwi, damascos y melón.
La fibra dietética se encuentra en todas las frutas, sus principales funciones son disminuir la absorción de la glucosa de los alimentos, manteniendo niveles más controlados de glicemia. Además, contribuye a disminuir los niveles de colesterol y con ello baja también el riesgo cardiovascular, aumentar la sensación de saciedad y ayuda a mejorar el tránsito intestinal, previniendo con ello la constipación.
La recomendación es de tomar un vaso de jugo de fruta natural al día, tratando de ingerir cada día uno de una fruta de un color diferente, para conseguir un mayor y variado aporte de vitaminas y sales mineral. No se aconseja más, ya que se superaría la recomendación de la ingesta de fruta al día y con ello el consumo de carbohidratos y de calorías. Es importante complementar estos jugos de fruta con leche descremada y algún tipo de fibra como chía, linaza o salvado, entre otras.
Con ello disminuimos el indica glicémico del jugo, con la consiguiente elevación de la glicemia, logramos un mayor aporte de ácidos grasos omega 3 y generamos un mayor nivel de saciedad en las personas que los consumen.