Opinión

La pérdida de oportunidades

Por: Diario Concepción 22 de Julio 2018

Al mirar tribus de niños y no tan niños, embobados frente a una pantalla donde mueren toneladas de zombis, vampiros y terroristas por minuto, gracias a los ágiles reflejos de los operadores de los controles y sus supersónicos dedos pulgares. Uno puede agradecer que gracias a esos calificados practicantes el planeta se vea libre de peligros inminentes, como una sobre población de muertos vivos, que demuestran alarmantes velocidades de desplazamiento,  de vampiros, que de aspecto juvenil y un tanto mórbido y paliducho, manifiestan una preocupante tendencia a ir sobre nuestras yugulares, por no mencionar terroristas con vocación de destructores de las democracias.

Lamentablemente, el desarrollo de esas competencias tiene un precio, la renuncia a usar el resto de los músculos, todos los no directamente involucrados, en forma saludable. Existe la posibilidad que todos estos convulsos y espasmódicos defensores del planeta tengan a largo o corto plazo, problemas de diverso tipo, adivinables todos, si nos ponemos a pensar.

En contraste, ha habido y hay niños que tienen que aplicarse a fondo para sacar el máximo provecho de aparatos locomotores faltantes o, por diversas causas, limitados, ellos, mejor que nadie, saben del valor de tener dominio de sus músculos, la alegría de poder con sus sentidos y movimientos, explorar el mundo y sus interminables acontecimientos.

Como una manera de blanquear la industria, los creadores de los juegos hipnóticos, obligan a los jugadores a salir al exterior a atrapar imágenes, un ejercicio que no implica necesariamente, que se den cuenta donde están parados, ya que los ojos siguen fijos en una pantalla pequeña, la batalla por reencantar a los niños con el festival de ofertas del mundo real no puede abandonarse.

PROCOPIO

Etiquetas