Opinión

Por el puro amor al arte

Por: Procopio 07 de Julio 2018

Se suele utilizar la expresión “por el amor al arte”, para dar a entender que tal actividad o trabajo se realiza gratuitamente. En no pocos casos es realmente así, el artista, llevado por su pasión, sencillamente hace lo que ésta le pide sin pensar en que hay asuntos materiales involucrados, verdad que se hará presente más pronto que tarde y no siempre con amabilidad y dulzura.

El arte, como toda actividad humana, tiene connotaciones económicas, el mismísimo Pablo Neruda, mucho más materialista que lo que sus poemas dan a entender, comentaba que es bueno ser poeta, pero nunca tanto. En efecto, el arte requiere apoyo material, sin aquello tiende a desaparecer.

Es por eso que la exclusión del sector cultural de los sistemas de medición de sectores productivos,  impide su reconocimiento como un sector económico. Frente a esta circunstancia hay que acotar que la promoción y difusión cultural son igualmente  funciones de Gobierno –comparable con tareas similares en salud, educación o vivienda– y requiere de presupuesto, como en efecto ocurre, con montos otorgados cercanos al 0,4% del total de presupuesto nacional.

Establecida la necesidad de aumentar  los aportes, de reconsiderar la importancia del arte, los artistas y la preservación de la cultura, todos los términos líricos aplicables, se hace  gestos hacia el aporte necesario del mundo privado. No hay, lamentablemente, datos sobre la distribución de esos aportes. De haberlo hecho se podría apreciar la diferencia abismal entre los aportes a la cultura en Santiago y las regiones. Un punto para la tabla de la descentralización, que ayuda a explicar  por qué esta iniciativa marcha con velocidad imperceptible, con las brechas donde siempre, con lamentos inaudibles de gente de provincias, que no se decide a alzar la voz.

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