Opinión

Nepotismo: Predicar con el ejemplo

Por: Diario Concepción 16 de Marzo 2018
Fotografía: Diario Concepción

Por: Jorge Condeza Neuber
@jorgecondezan

Sé que muchos hacen vista gorda del nombramiento de parientes cercanos de las autoridades políticas en cargos del aparataje público, a pesar de que hace muy poco gritaban con fuerza de que el Estado no era un botín de los parientes y amigos de los poderosos de turno. Es que el nivel de hipocresía en esta etapa es algo notable e inaceptable.

Hay dos casos que grafican este grave problema y que forma parte de la lista de actos de corrupción que deben ser extirpados si queremos realmente crecer en decencia y ser un país desarrollado.

El caso más notable y patético lo desnudó el senador Felipe Kast, que promoviendo un proyecto de ley que busca eliminar el nombramiento de familiares de ministros y parlamentarios en cargos públicos se le recordó que el ministro del Interior es primo del Presidente y que dos de sus hijos entrarían a trabajar como asesores en alguna repartición. Ante tan grosera evidencia el senador, en vivo y en directo, no intentó siquiera salir jugando sino que planteó abusivamente que:”en el caso del Presidente puede haber excepciones”.

Un caso local lo informa Diario Concepción a raíz del nombramiento del Gobernador de Concepción, donde existían 3 opciones, incluyendo la propuesta de la diputada Muñoz que habría solicitado el puesto para su marido, hoy concejal de Concepción. De ser cierto, es un raro actuar de dos autoridades que han ligado su acción política a su acción religiosa que se supone fuente de moralidad, y donde al parecer se predica, pero no practica.

En muchos casos las propuestas se transforman en imposición de parientes, amigos, camaradas o ex empleados fieles, que permiten que esa cuota de poder, que el pueblo les ha entregado, se convierta rápidamente en una red que logre beneficios económicos y posteriormente en la eterna reelección. Porque ubicar gente en puestos claves no es solo para implantar “el programa”, ese novedoso modelo económico y social que buscan los nuevos gobernantes, sino que también ayuda a satisfacer el interés personal de quienes han logrado esta nueva posición.

Una ley como la que plantea Kast es potente, va en el camino correcto y se complementa con la ADP, para así profesionalizar el Estado y evitar que los cargos más técnicos sean llenados por personajes sin capacidad o por simples operadores del caudillo local de turno.

Pero lamentablemente la soltura y condescendencia de Kast- disfrazado de inocente- para plantear que justamente personas de su sector puedan estar exceptuados de la regla, o que una diputada pida (o exija) pega para el marido, nos aseguran que nada cambiara respecto al generoso “apitutamiento” que existió en época de la NM, ratificando el estado en el cual se encuentra la corrupción en Chile y de lo cual hay que hacerse cargo en forma urgente.

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