Rodrigo Díaz Wörner
Intendente de la Región del Bío Bío
Los proyectos de gran impacto urbano siempre tienen resistencia y casos emblemáticos hay de sobra. Cuando en la víspera del siglo XX se levantó la Torre Eiffel fueron muchos los ciudadanos, artistas e intelectuales parisinos que criticaron a la que hoy es una de las estructuras más reconocidas de Europa y el mundo. A este ejemplo se suma el Museo Guggenheim de Bilbao y la Torre Agbar de Barcelona, ambas construcciones emblemáticas que levantaron críticas en un comienzo y que hoy son destino obligado al visitar estas ciudades.
Guardando las proporciones, hoy el Teatro Regional del Bío Bío, que con modernidad iluminará más que el caudal del río y los espacios urbanos aledaños, el espíritu de quienes amamos la cultura y las artes; se encuentra a días de ser inaugurado y enfrenta un proceso de instalación similar donde la ciudadanía demuestra su interés por este emblemático y anhelado proyecto que tras casi 30 años de espera finalmente se inaugurará.
Será la historia la que dará el veredicto final sobre el arraigo que tendrá este proyecto, pero es importante recordar que tras un concurso público que en el año 2011 tuvo un abanico de 28 propuestas de alta calidad, fue adjudicado al gran arquitecto chileno, Smiljan Radic, que tiene a su haber una destacada trayectoria profesional que ha sido reconocida en países como Estados Unidos, Inglaterra, España, Noruega, Austria, México y Argentina; con premios y reconocimientos internacionales.
Por lo anterior, es un honor para nosotros el poder contar con una obra de Smiljan Radic en la costanera de Concepción, que acerca nuestra ciudad al río Bío Bío y que es resultado de la política de acuerdos transversales que ha marcado el sello del Gobierno Regional del Bío Bío que valora también la visión que tuvo el ex Consejo Regional que aprobó el proyecto y la visión del ex Intendente Víctor Lobos, del ex director de Cultura Juan Eduardo King, y de una serie de personas que desde distintos puntos de influencia apoyaron la concreción de este sueño.
Mención aparte merece el Consejo Regional actual que fue capaz de financiar la construcción y dejar financiamiento para la operación inicial. Asimismo, destaco la entrega y el profesionalismo del Directorio de la Corporación del Teatro Regional del Bío Bío, a su equipo ejecutivo y a los ministerios de Obras Públicas y de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, que con trabajo mancomunado han logrado materializar esta obra.
Pero el trabajo y la participación ciudadana no llega hasta acá. El Teatro Regional es de todos, por lo que la invitación es a ser parte de él, a disfrutarlo y a apoyar su sustentabilidad. Para ello existe la oportunidad de contribuir, en el marco de la Ley de Donaciones Culturales, para que juntos trabajemos para que el Teatro Regional del Bío Bío se convierta en escenario para nuestros artistas, en destino obligado de nuestra Región y en símbolo del Bío Bío del futuro que día a día construimos entre todos.