Luego del traslado de Concepción, desde Penco al valle de La Mocha, y elaborado el nuevo plano de la ciudad, quedó un sitio a los pies del cerro Caracol del cual se abastecieron de leña y madera los vecinos recién llegados, además, la cascada existente en el lugar les abasteció de agua.
Bajo la administración de Ambrosio O’Higgins y con la gestión directa de su asesor jurídico, Juan Martínez de Rozas, el lugar fue limpiado se construyó un parque de diseño francés con doble avenida de Álamos por ambos lados, de allí su nombre de Alameda vieja. Justicia se le hizo entonces a Rozas en 1893, cuando se instaló el monumento en honor de este ideólogo de la independencia, obra del artista chileno Nicanor Plaza.
El terremoto de 1906 causó gran destrucción desde Valparaíso al sur, debido a la ayuda proveniente del Ecuador, la Municipalidad de Concepción, por Decreto Municipal Nº 278 y con fecha 13 de julio de 1911, procede a cambiar el nombre de Alameda Vieja por Parque Ecuador.
El parque fue desde comienzos del siglo XIX el lugar de paseo y solaz de los vecinos penquistas, ornamentándolo con diversas especies arbóreas y flores que adornaron el lugar. Los españoles de ascendencia vasca construyeron en el parque un frontón para el juego de pelota vasca, entre las calles Aníbal Pinto y Castellón, años después el lugar fue ocupado por el Club de Tenis quienes construyeron canchas de polvo de ladrillo, existentes hasta los días de hoy. A la altura de calle Serrano se encontraba el Hospicio, destruido por el terremoto de 1939, lo sustituyó un hospital de emergencia que posteriormente lo ocupó el manicomio hasta mediados de 1980.
Hoy nuestro parque cuenta con hermosos jardines y senderos, una gran variedad de árboles, multicanchas, skatepark, juegos de agua, juegos infantiles inclusivos, un café, la Galería de la Historia, un Parque Inclusivo y, en definitiva, constituye un solaz para la comunidad y visitantes.
AMG