Se ha acumulado, por eso de las casualidades afortunadas, alguna evidencia que prueba que los políticos no siempre son absolutamente indispensables y que existe una posibilidad, no tan remota, que los países que funcionen pese a no tener gobierno, un acertado comentario de BBC Mundo alude como ejemplo la situación de Irlanda del Norte y Alemania, países en los cuales se ha observado que los servicios públicos y la administración funcionan con normalidad pese a que no hay líderes electos.
En efecto, el paradigma actual indica, con férreo convencimiento, que en el corazón de cualquier democracia moderna es indispensable la existencia de los líderes elegidos para que ejerzan el gobierno, sin embargo, en los países aludidos, no hay todavía próceres elegidos a pleno inicio de 2018 y nada se está cayendo a pedazos, todo el mundo parece funcionar, excepto por supuesto los políticos, que sin las elecciones están con las manos cruzadas jugando, como siempre sus juegos de poder. El bloqueo en el Parlamento de Irlanda del Norte, por desacuerdos sin resolver entre las principales fuerzas políticas, ha obligado a aprobar el presupuesto desde Londres y el rodaje de la nación corre a cargo de funcionarios expertos a todo nivel. Alemania aún no arma su equipo ejecutivo y sin embargo ahí están los alemanes felices de la vida sin que se les atrasen los trenes más de dos segundos
Estas circunstancias, en las cuales los países funcionan pese a no tener gobierno abre la tentadora posibilidad que en gran parte los políticos sean prescindibles, a lo mejor hacen falta menos y con menos tareas y el resto a cargo de gente experta, cuya principal función sea hacer las cosas bien. En una de esas podría ser la novedad del año.
PROCOPIO