Opinión

Palos porque bogan

Por: Diario Concepción 11 de Enero 2018

Érase una vez, cierta facultad donde los alumnos no festejaban los éxitos de sus compañeros, sino más bien sus fracasos. Con mayor o menor disimulo, se hacía evidente que, dadas las exigencias heredadas de un modo de hacer las cosas más bien decimonónico, la caída de un compañero ayudaría a bajar la tensión de su propio eventual fracaso. Mejor aún si el caído era considerado un buen alumno, para hacer mayor caja de resonancia del fracaso,

Por el contrario, si por esas cosas sorprendentes de la vida, un alumno considerado mediocre lograba aprobar un examen ante una comisión difícil, sobre el pobre aprobado caída un silencioso, pero descarnado reproche, el mismo que pesa sobre todo aquel que pretende alterar el orden natural de las cosas. Ese imperdonable logro imponía sobre el resto una aún más pesada obligación de aprobar a como dé lugar, bajo el riesgo de sufrir el doloroso azote de la vergüenza, al caer donde triunfó un rival al que se consideraba menor.

Lo que ocurría dentro de las paredes de ese particular micromundo, tiene correlato en muchas otras instancias. Se sabe, por ejemplo, que en el mundo de las artes, hay también bastantes celos, donde la mirada despectiva hacia los pares no es algo inusual, a la par del tan criollo “chaqueteo”.

Esperemos que ahora que se han dado a conocer los resultados de las bandas locales seleccionadas -directamente o  a través del voto del público-  para la cuarta versión de REC, Rock en Conce, no suceda como en esa facultad en que los alumnos se indignaban por los éxitos ajenos.

Puede que sea un buen momento para desviar la atención del ombligo propio, reconocer el trabajo de los pares, felicitarlos, desearles suerte y esperar que, en el futuro puedan disfrutar también de una vitrina similar en la cresta de la ola.

 

PIGMALIÓN

 

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