Por: Ps. Pamela Espinosa B.
Psicóloga, Coach profesional PUC
Ya hemos elegido al presidente, y una vez más hemos expresado nuestras esperanzas en cada uno de los votos, de un mundo mejor. Sabemos que necesitamos elegir a representantes potentes de nuestra sociedad, para que impulsen el crecimiento y desarrollo de todas las personas que la componen. Ponemos nuestras esperanzas y deseos en las manos de quienes gobiernan.
Es más, también deseamos que estos nuevos líderes mejoren nuestras finanzas, hagan nuestras calles más seguras, nos saquen de la pobreza, nos den calidad de vida, ojalá también un trabajo satisfactorio y un sin fin de expectativas, con las cuales, sin el más mínimo bochorno, hacemos el rápido ejercicio de externalizar la responsabilidad que nosotros mismos tenemos, y le adjudicamos la responsabilidad de nuestras frustraciones y problemas.
Debemos tomar conciencia de que ningún presidente, ni la mejor educación, ni los padres perfectos, nos otorgarán una vida llena de satisfacciones; la única persona que independientemente del gobierno de turno y de lo que le ocurra en la vida, tiene el poder de elegir cómo va a responder, es Usted.
No responsabilicemos a la política, ni a nuestro pasado de lo bien o mal que puedan ir nuestros negocios o nuestras vidas. Mejor mírese y vea qué es lo que usted hace, qué tipo de opciones está abriendo y qué elecciones toma, para entender por qué está obteniendo estos resultados.
Cada nueva presidencia trae aires frescos y nos ayudan a desarrollar los diferentes aspectos que componen nuestro país. Sin embargo, es importante ser conscientes de que ni la mejor mirada política ni la presidencia más eficaz podrán hacernos más felices o entregarnos una vida de mejor calidad, si no es usted mismo quien se decide a tomar las riendas de su vida y de sus decisiones.
La palabra empoderamiento significa “conceder poder”. ¿Ha pensado a quién le otorga usted el poder de su felicidad? Deje de esperar a que le den una oportunidad mejor y salga usted mismo a crearla. Deje de esperar que sólo una entrada de dinero deba satisfacer todas las necesidades de su familia.
Podemos crear pequeñas fuentes alternativas de ingreso económico familiar que complementen el trabajo asalariado de uno de los miembros.
Decisiones como éstas no dependen de quien es el presidente, sino que dependen de cuán empoderado se siente usted con la capacidad de construir la vida que desea.