Las autoridades suelen quejarse del poco reconocimiento de los vecinos a sus desvelos y sacrificios, que muchas veces éstos no comprenden que para hacer tortillas hay que romper huevos, sin detenerse a pensar que para ese propósito es necesario tener pública aceptación del valor de la tortilla, como para justificar las fracturas de los huevos.
En una entrevista colectiva de este medio con representantes de algunas juntas de vecinos de Hualpén, Concepción y San Pedro, se expresaron asimetrías como la señalada, entre lo que ciudadanos desean y lo que obtienen, hay quejas sobre los problemas que tienen y el compromiso de las autoridades, lo dicen sin muchas vueltas, hay una gran diferencia entre la positiva actitud de escuchar las peticiones de las personas en tiempos de campaña, cuando se ponen en contactos con los pobladores, y pasado ese rutinario incidente, época en la cual es extremadamente difícil “cobrarles la palabra”.
Por supuesto que hay encuestas sobre las situaciones que más les afligen o irritan, son parecidas; microbasurales, especialmente en los barrios populares, donde además existen muchos sitios eriazos que se mezclan con el mal estado de veredas y calles. Paredes con graffitis, lo cual es percibido como una muestra de deterioro o abandono.
Por otra parte, además de las quejas, no suele mencionarse que hay vecinos que no cuidan, que les da lo mismo, que esperan que alguien limpie, corte el pasto, recoja la basura, así esté al lado de su puerta. Se ve en las mejores familias, como solía comentarse en tiempos republicanos.
Lo cierto es que todos tenemos algo que hacer, darle a nuestro entorno un poco de ayuda, pero, parte de la gestión de las autoridades es repartir palos y zanahorias
PROCOPIO