Opinión

El pobre Estado de Chile

Por: Diario Concepción 07 de Diciembre 2017
Fotografía: Cedida

Por: Javier Irarrázaval
Académico Ingeniería Comercial
Universidad San Sebastián

Hace unos días la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (Ocde) publicó las estadísticas más actualizadas de ingresos públicos de sus países miembros. Chile cuenta con una recaudación fiscal de un 20,4% del PIB, lejos del 34,4% promedio de la Ocde. ¿Entonces se infiere que el Estado chileno está cobrando muy poco? ¿Está recibiendo pocos ingresos? La respuesta es que tenemos simplemente un Estado acorde a nuestro nivel de desarrollo.

El Estado chileno no cobra poco. En general, se observa que a medida que un país se desarrolla (entendiendo por desarrollo un mayor PIB per cápita), la carga tributaria como porcentaje del PIB aumenta gradualmente, porque el Estado pasa en mayor medida a ser un Estado “de bienestar”, ofreciendo más y mejores prestaciones, que financia con más impuestos.

Evidencia de lo anterior es que en 1990 la carga tributaria en Chile era menor a 17% y actualmente supera el 20%; además, se observa cómo el promedio Ocde de carga tributaria en 1965 era de casi un 25%, y actualmente supera el 34%. Entonces, es natural que a medida que el país aumente su ingreso, se permita una mayor carga tributaria a cambio de más y mejores servicios por parte del Estado.

La gratuidad en la educación es un ejemplo de lo anterior. Otra evidencia de que el Estado chileno no cobra poco es que la tasa de impuestos a las utilidades de las empresas en Chile llegará a un 27% el año 2018, mientras que el promedio Ocde es menor a 25%.

El Estado chileno no recibe pocos ingresos. Si bien la carga tributaria es la principal fuente de financiamiento de los Estados, no es la única. En particular, los ingresos públicos en países en desarrollo tienen un fuerte componente en las utilidades de empresas públicas dedicadas a la explotación de recursos naturales: Codelco (Chile), Pdvsa (Venezuela) y Petrobras (Brasil) son ejemplos de aquello.

Así, el bajo porcentaje de carga tributaria en parte se ve compensado porque al Estado chileno le llegan proporcionalmente más recursos de empresas públicas que a los países desarrollados (resto de la Ocde).

Ni cobra poco ni recibe poco. Pero a medida que recuperamos nuestra capacidad de crecimiento, es probable que el Estado chileno cobre más y reciba más, para poder ofrecer más.

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