Opinión

Estamos solos

Por: Diario Concepción 03 de Septiembre 2017
Fotografía: Diario Concepción

Por: Jorge Porter Taschkewitz  

El desmembramiento de Chile ha sido una estocada al corazón de las regiones, y a través de una legislación profusa en costos más que en la generación de riquezas se sigue fortaleciendo la centralización de una élite sorda y egoísta. Con un discurso populista, lleno de eslóganes de fácil comunicación y una gran difusión convence a una población abrumada en sus propios problemas que no se resuelven.

Incluso el mesianismo que se apoderó del país en los últimos años ha sido incapaz, como se preveía, de solucionar los mínimos problemas de los chilenos, y sí creándoles nuevos y serios problemas con las inefables reformas. La de las pensiones recién presentada prefirió nuevamente altos costos y demora, dando paso a su ideología y populismo electoral, en vez de ofrecer una decisión más simple, rápida y de mucho menor costo.

La reforma del binominal con su innecesario aumento de cupos parlamentarios, que el Ministro del Interior de la época dijo que no iba a significar más costos, sí va a costar y bastante.

La reforma tributaria, que todavía no se entiende, ha significado a empresas y personas ingentes gastos para saber de qué se trata y cómo les afecta. La reforma laboral lo mismo, y para qué seguir con la legislación de mascotas, del aborto con un indignante festejo con vino espumante.

Qué fácil es disponer de recursos de todos los chilenos, dilapidarlos o apropiarse de ellos. Además, parece raro que, en tiempos de elecciones, todos los servicios públicos cumplieron con sus objetivos y todos se hicieron acreedores a los bonos de gestión. En los últimos meses, la élite que gobierna el país se las ha ingeniado para mantener la atención de la opinión pública con una serie de movidas políticas, entre otras, hoy están pidiendo más plata para sus carísimas campañas. Propongo que cada partido presente sus principios, valores y objetivos financiados que deben defender sus electos parlamentarios, y se prohíba a todos los partidos políticos la colusión, en todo nivel de elecciones populares, ya que es impresentable lo que está ocurriendo este 2017 de una verdadera liquidación de principios básicos por conveniencias electorales de corto plazo.

Por ejemplo, en segundas vueltas debe respetarse el programa original del candidato ganador y los que deseen adherirse a ese programa que lo hagan o no, pero no empezar a sacarle e injertarle cosas que la ciudadanía no alcanza a entender.

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