Opinión

Reflexión del pediatra Carlos González sobre el sentimiento de culpa durante la maternidad

Por: Diario Concepción 27 de Julio 2017
Fotografía: Pexels

Por: Carlos González

¿Siempre se han sentido culpables las madres, o son solo las de ahora?

El caso es que las madres de ahora se sienten enormemente culpables. Por lo que hacen, por lo que no hacen, por lo que hacen pensando que está bien pero en el fondo saben que está mal, por lo que hacen aunque creen que está mal pero en el fondo saben que está bien…

Tal vez las dudas contribuyen a la culpa. Cuando todo el mundo criaba a los hijos igual, era más fácil pensar que estabas haciendo lo correcto. Ahora con tantas opciones, es tan fácil equivocarse… De hecho, se podría demostrar matemáticamente que equivocarse es lo normal. Si hay dos opciones, y solo una es correcta, la posibilidad de acertar es solo una entre dos. Si hay doce opciones, la posibilidad de acertar es solo una entre doce. Por lo tanto, las madres casi siempre se equivocan. Y tiene la culpa de todo. Hay dos fallos importantes en esta demostración. Tal vez los mismos dos fallos que inconscientemente cometen las madres. Primero, es un error pensar que solo existe una forma correcta de criar a los hijos, y todas las demás son malas. En realidad, hay miles de formas igualmente correctas de criar a los hijos; y otros miles que, sin ser tal vez perfectas, son lo suficientemente buenas; y otros miles que vaya usted a saber si son buenas o no, porque no tenemos datos suficientes y hacemos lo que podemos. A lo mejor habríamos de hacer el razonamiento inverso: si hay doce formas de criar a los hijos, y solo una es mala, solo hay una posibilidad de entre doce de equivocarse. Segundo, es un error pensar que las madres van a elegir al azar entre todas las opciones; las madres tienen una tendencia natural a elegir las opciones mejores. La mayoría de las madres lo hacen bien, y lo han hecho bien durante milenios; si no, no estaríamos aquí.

Insisto, no estoy predicando el relativismo moral. Hay muchas formas de criar bien a un niño, pero también se puede hacer mal. Casi todas las madres lo hacen bien, pero algunas lo hacen fatal (hay niños maltratados y abandonados). A veces, es difícil saber si estamos haciendo bien o mal (¿le compró el helado que me pide, o le explico que no es una comida sana? ¿Nos quedamos media hora más en los columpios, o vamos a casa por que empieza el frío? No, no son tonterías, es el tipo de cosas por las que se sienten culpables muchas madres); pero también hay otras cosas que están claramente bien, o claramente mal.

El trato frecuente con madres le da a uno una especie de sexto sentido para evitar las trampas de la culpa. Intento no decir nunca “Hay que hacer esto” o “no haga lo otro”; mis libros están llenos de “a veces…” “en ocasiones…”, “conviene…”, “puede ser útil…” . Pero algunas madres parece que busquen la culpa como quien busca un tesoro, y consiguen encontrarla en cualquier sitio.

Si digo que los niños suelen despertarse por la noche, ya hay alguna preocupada porque el suyo no se despierta lo suficiente. Intento consolar a las madres cuyos hijos lloran mucho con el argumento de que “su hijo la quiere mucho, por eso llora desesperado en cuanto usted se va un minuto”, y las que tienen la suerte de que sus hijos no lloran empiezan a pensar que sus hijos no las quieren… ¡No, por favor, su hijo la quiere igual, lo que pasa es que lo expresa de otra manera!

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