Humanidades

Diamela Eltit: “Leyendo ficción he entendido mejor lo real”

La escritora, una de las grandes voces de la literatura nacional, será la encargada de inaugurar la Feria Internacional del Libro del Biobío, Filb 2022, que se realizará entre el 11 y el 16 de enero en la Universidad de Concepción. Con una conferencia centrada en las crisis, los vacíos y los cuerpos, Eltit viene a corroborar la vigencia de su escritura y el aporte de su mirada a la reflexión del Chile de hoy.

Por: Diario Concepción 09 de Enero 2022
Fotografía: Diamela Eltit

Ximena Cortés Oñate
contacto@diarioconcepcion.cl

En medio de la vorágine social de hoy, ciertas acciones traen a la memoria reminiscencias de un pasado, cuando la llamada Escena de Avanzada y las vanguardias en Chile nos cuestionaban sobre el rol político de la cultura. Cuando el Colectivo de Acciones De Arte (Cada) nos interpelaba sobre la función crítica de las artes, una manera de revolucionar los signos para que la rebeldía no les costara la vida.

En ese entonces, la acción de crear, la acción de escribir, era un ejercicio de resistencia. La ausencia de un mercado editorial, presentaba como ventaja un espectro de libertad para los autores, sin restricciones de formas, con una circulación más directa y menos cooptada por las exigencias del mercado.

Es en ese escenario donde surge la voz de Diamela Eltit, vinculada a las acciones de Cada, pero desde la palabra. Con una obra inscrita en la ciudad y los márgenes, la literatura de Eltit, huérfana de editores y de modelos, pertenece a la de esa generación que nació y creció literariamente durante dictadura y cuya difusión masiva vino recién muchos años después.

Diamela Eltit se interesa en lo marginal y, desde el margen también, comienza a desarrollar una narrativa insumisa que interpela al orden dominante, pero desde una escritura cifrada.

En “El Padre Mío”, trabajo desarrollado en 1989 en dos soportes, uno visual, producido por Lotty Rosenfeld, y otro literario, a cargo de Eltit, la escritora señalaba: “Reconociendo que las palabras me hablan cuando me hablan, que en general me entrampa el lenguaje oral, que estoy seducida y comprometida por esa habla que recibí o encontré en la ciudad inesperadamente precisa, hoy recuerdo que pensé: es literatura, es como literatura”.

Renueva la reflexión sobre la literatura

Como parte importante de la llamada Nueva Narrativa Chilena, fue su novela “Lumpérica” (1983) la que la inscribe entre las voces más destacadas de Chile, con su manera de abrir espacio a la resistencia cultural; una escritura que elude la literatura dominante, y cuya realización fue acompañada por varios performances (en vivo y en video). De “Por la Patria” (1986), ha dicho que es su novela más querida y gracias a cuya escritura podría decir que siente que es escritora.

Durante la década de 1990, Eltit colaboró con distintos medios escritos, destacando la Revista “Crítica Cultural”, donde se posicionó como ensayista. De ahí en adelante sus libros se suceden periódicamente sin más de 4 años de diferencia. Su novela “Jamás el fuego nunca” (2007), fue escogida en España como uno de los 25 mejores libros en español de los últimos 25 años.

En 2018 fue galardonada con el Premio Nacional de Literatura. Además, “por la profundidad de su escritura única que renueva la reflexión sobre la literatura, el lenguaje y el poder en el cambio de siglo. Una voz trazada con los cuestionamientos más urgentes de la época contemporánea en tiempos de pandemia, migraciones, depredación y devastación ambientales”, se le otorgó el Premio FIL (Feria Internacional del Libro de Guadalajara) de Literatura 2021.

También el año pasado, en abril, había obtenido el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria, que otorgan en conjunto la secretaría de Cultura de México y la Universidad Nacional de México, Unam.

La vigencia de su escritura queda demostrada no solo con estos reconocimientos, sino con su propia obra y con la reflexión que permanentemente aporta a la sociedad y a la escena nacional.

Si bien ha señalado no creer en que la literatura sea capaz de cambiar estructuras de poder, de gobierno, sí vislumbra un sentido revolucionario en el libro, al verlo capaz de cambiar estructuras literarias, renovar el sistema o, definitivamente, el algo político. “El primer sistema que tienes que interrogar es al mismo sistema literario y a sus modos de producción”, señalaba en 1997 en la Revista de Literatura Hispánica INTI.

A punto de inaugurar la Feria Internacional del Libro, Fil Biobío (el 11 de enero, a las 11 horas, en la Universidad de Concepción), Eltit ratifica su visión de que la literatura puede ser un agente de cambio y se muestra optimista sobre el momento que vive Latinoamérica en cuanto a lo literario.

“En lo imposible he vislumbrado lo posible”

-¿Cuál es el sentido de la escritura en estos tiempos de crisis e incertidumbres?

-Pienso que la escritura funciona en todos los tiempos, no pienso que haya uno especialmente proclive porque, en definitiva, existe un tiempo de escritura. Desde luego, la lectura puede ser dañada por crisis diversas, pero ahora la tecnología permite la circulación de escritos.

-¿Puede pensarse hoy en el escritor (y en el creador, en general) como un agente de cambio social como lo proponía Walter Benjamin? ¿Debe la literatura tener un compromiso político?

-Sí, desde luego, puede ser agente de cambio, siempre que se sume a la colectividad que está en esa línea de pensamiento. Pienso, desde mi perspectiva, que lo más importante, el gran compromiso, consiste en generar una política de escritura y cómo esa política se inscribe en las normativas imperantes, qué desacato o tensión o paradoja puede portar. Por otra parte, cada escritora y escritor debe escribir como lo desee.

-¿Son distintas sus preocupaciones como escritora que las que se le presentan como ciudadana?

-Creo que sí, cada paso que das como ciudadana es fugaz, es un presente imposible de detener del cual quedan versiones memoriosas posibles o probables. Desde luego la vida cotidiana, día a día, es distinta a la vida (es un decir) en la escritura, porque la vida ciudadana, en la escritura, desaparece, hay un salto, una salida, precisamente, de la vida.

-¿Cuál es su opinión sobre la actual escena literaria chilena y la latinoamericana?

-Me parece que, como siempre, la literatura latinoamericana está en un momento muy auspicioso. Existe un número considerable de editoriales independientes que consiguen ampliar los mapas de escritoras y escritores, eso es genial. En cierto modo se han desplazado en algo las literaturas “selfies” que, en lo personal, me resultaban agotadoras; efectos del neoliberalismo que rinde culto al yo (self) y con un tono en algo confesional, y, a la vez, confiando en un “yo” cierto, entero, en circunstancia que lo que entendemos por “yo” es un conjunto de fragmentos, siempre huidizos.

-Usted ha hablado de la necesidad de “democratizar la letra y desgenitalizarla”, ¿puede explicar eso?

-Es necesario, más allá de “los efectos de verdad”, como diría Pierre Bourdieu, provocados especialmente por la actual emancipación feminista que experimentamos y que el sistema transforma en moda, trabajar por la igualdad entre hombres y mujeres considerando cada una de las diferencias. Me refiero al binarismo como forma de dominación, en la operación hombre-mujer/ masculino-femenino. La estructura binaria pone (impone) un polo sobre el otro. Ese binarismo mantiene a la mujer en un menos, en todo el orden de su vida. En el caso específico literario, la catalogación de “literatura de mujeres” me parece ofensiva porque las une de manera indiscriminada, las ubica en un gueto. Nadie habla de “literatura de hombres”, sino de literatura. En ese sentido se biologiza y hasta se genitaliza la letra. Se la vuelve subsidaria y dependiente.

-Hay una frase muy linda que le leí donde dice que la literatura le permitió ver que “la realidad se parapetaba en los recodos de la ficción”. ¿Puede imaginar su vida sin la escritura ni la lectura?

-Precisamente leyendo ficción he entendido mejor lo real. En lo imposible he vislumbrado lo posible, en el error, lo certero, especialmente en lo inverosímil yace una lógica implacable, todo alojado en diversas ficciones poderosas. He pasado parte importante de mi vida leyendo, parte también escribiendo. En fin, todo puede pasar, pero en este momento no sé qué haría si no leo y escribo.

FILB 2022 y la descentralización de la literatura

Si bien la realización de Ferias del Libro como Filb 2022, que entre el próximo martes y domingo se desarrolla en la Universidad de Concepción, contribuye a la descentralización de la literatura, del libro y de la lectura, no es menos cierto que esta es solo una de las oportunidades para la visibilización y apoyo de escritoras y escritores que habitan en todo el territorio nacional.

Para construir “equitativos mapas literarios”, como ha dicho Eltit, se necesita de políticas literarias específicas que involucren además a la industria editorial, y considere aspectos de circulación. La virtualidad, que se ha potenciado gracias a la pandemia (algo positivo que tenga esto), ha permitido expandir la lectura, pero se requiere que ello vaya de la mano de acciones que apoyen el conocimiento literario no solo centrado en las exigencias del mercado, sino una formación lectora que permita el acercamiento a “lecturas de diversos tiempos”, como ha señalado la escritora.

Por lo pronto, Filb 2022, la primera feria del libro que se realiza este año en Chile, considera en su programación diversas actividades con autores locales y nacionales; hombres y mujeres; culturas diversas que se encontrarán durante seis días en el Monumento Histórico Nacional que es el campus Concepción de la UdeC.

Un total de 45 expositores que congregan a más de 150 sellos editoriales, entre distribuidoras de libros, editoriales y librerías, podrán ser visitados de manera segura en la carpa instalada a un costado del prado central de la ciudad universitaria. Entre los asistentes que presentarán libros y/o conversarán con el público se encuentran 9 invitados internacionales, 40 invitados nacionales y 22 de la Región del Biobío.

Además de Diamela Eltit, se encontrarán este verano en Concepción los Premios Nacionales de Literatura Raúl Zurita y Elicura Chihuailaf y el Premio Nacional de Historia, Sergio González Miranda, quienes participarán de conferencias y recitales poéticos.

En las más de 80 actividades programadas, el 85% de ellas presenciales, destacan conversatorios, charlas, clínicas y presentaciones de libros pensadas para todas las edades; en ellas participarán autores como Julia Navarro, Jazmina Barrera, Alejandro Zambra, Alberto Fuguet, Graciela Huinao, María Teresa Torres, Damsi Figueroa, Ana Pizarro, Rosabetty Muñoz, Pía Barros y Juana Guerrero, entre otros destacados autores.

A esto se sumará un Encuentro Internacional de Escritores, que busca homenajear las históricas citas organizadas por el poeta Gonzalo Rojas y de las cuales se conmemoran 60 años desde la última realizada. Esta actividad es organizada en conjunto con la Cátedra que lleva el nombre del poeta y que depende de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio de la UdeC.

Para la concreción de esta Feria, que cuenta con financiamiento del Gobierno Regional del Biobío, importantes son también las colaboraciones de instituciones nacionales e internacionales, entre ellas, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara; la Embajada de México en Chile; la Corporación Cultural Artistas del Acero; la Cátedra Gonzalo Rojas; la Corporación Cultural Universidad de Concepción, Corcudec; el Centro Interactivo de Ciencias, Artes y Tecnologías, Universidad de Concepción, Cicat y el Departamento de Español de la casa de estudios.

Para la realización de Filb 2022, además de la carpa con los stands de editoriales y librerías, se han dispuesto en los alrededores dos escenarios: Gonzalo Rojas y Marta Brunet, donde se efectuarán las conferencias, presentaciones y diálogos. Además, hay un tercer escenario, Marcela Paz, dedicado a actividades para niños y niñas. Toda la programación e información de la Feria puede revisarse en la página web filbiobio.cl.

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