Especial

Un año marcado por la incertidumbre y reconversión digital del área cultural

Las artes, en general, ha sido una de las áreas más golpeadas dentro de la pandemia. Un tiempo complejo en que los creadores locales han debido ingeniárselas y reinventarse hacia lo online, que si bien es un recurso que permite genera el vínculo comunicativo, limita lo emocional, lo que es fundamental en este rubro.

Por: Mauricio Maldonado 07 de Marzo 2021
Fotografía: Andrés Oreña P.

A un año de la llegada de la Covid-19 a nuestra Región y el panorama no es de los mejores. Es más los contagios no han dado tregua y nuevamente el Gran Concepción volvió a cuarentena, la que se extendería hasta principios de abril.

Unos 365 días que han sido complejos y duros, en especial, para quienes se dedican a las artes y sus diferentes disciplinas. Un rubro golpeado, que se tuvo que reinventar y adaptar a las complejas circunstancias bajo una incertidumbre que aún persiste. “Es importante reiterar que uno de los sectores más golpeados con la pandemia es la cultura, y con ello me refiero, además de los creadores y artistas, a toda la infraestructura y todas las posibilidades que hay de generar la producción artística. Se cerraron los teatros y escenarios, y gran parte de los artistas quedaron sin trabajo, es algo que no hay que olvidar al momento de realizar cualquier tipo de balance dentro de lo que ha sido este último año, y continua complicado”, dijo Pablo Gaete, director de Balmaceda Arte Joven sede Biobío.

Añadiendo que “como institución, al igual que otras de la misma área, rápidamente tuvimos que reinventarnos y aprender de la virtualidad y las plataformas digitales, y reconvertir todo apuntando a ello. Si bien nos permitió el mantener el contacto con nuestro público objetivo, desarrollar nuestro programa mediante la virtualidad, pero sin duda no reemplazó a la presencialidad, sobre todo en el ámbito que trabaja el arte y la cultura, transmitiendo emociones”.

Similares palabras a lo expresado por Andrea Briano, bailarina de danza contemporánea, quien resume este año pandémico como “una tragedia, sobre todo para las artes escénicas, ya que si bien muchas agrupaciones y artistas hemos podido transformar nuestras propuestas a lo virtual, generar proyectos online y tantas otras cosas en esa línea, no podemos crear. No se puede trabajar en las artes escénicas como tal, siento que es muy trágico, se han cortado los procesos creativos y en definitiva, se está muriendo un poco la creación. Y también por el lado de los públicos y de quienes quisieran iniciarse en las artes hoy en día es casi imposible. Todo esto -las artes en general- es un encuentro humano”.

Un pésimo año

Para Alfonso Lara, actor de las compañías teatrales La Obra y Microbia Teatro, este año pandémico fuera de ser devastador para el rubro artístico y de reinvención ante la adversidad, ha demostrado la gran unión existente dentro del gremio de actores, lo cual ha sido fundamental para salir adelante. “Ha sido un año pésimo, hemos estado bastante solos batallando, más que nada nos hemos estado apoyando entre nosotros, armando proyectos, fuentes laborales, parrilla programática, asociarnos con Sidarte y otras entidades y gremios. No es una queja porque sí, ya que es algo que he visto. Se han abierto algunas pequeñas ventanas por parte de la autoridad cultural, como adjudicación de algunos fondos, pero la imposición de cuarentenas frena e interrumpe todo”, sostuvo.
Haciendo hincapié en que “si bien se abren un montón de espacios dentro de este último tiempo e incluso se da un permiso de vacaciones, no se da la oportunidad para abrir una sala con un aforo mínimo, por último para desestresarnos nosotros. Igual ha ocurrido una interesante reconversión hacia lo digital, obteniendo buenos resultados en lo más audiovisual y también por el lado de lo sonoro”.

Por su parte, para el músico Mathias Encina, conocido por tocar el piano desde el balcón de su departamento, si bien ha sido un tiempo provechoso y con algunas agradables sorpresas, donde el reinventarse ha jugado un papel central, se extraña mucho la presencialidad y emoción de entregar un show en vivo , más allá de la respuesta fría y distante de una pantalla. “Se han dado cosas bonitas dentro de este contexto, como el escogerme el Vecino Destacado del 2020 por parte del municipio penquista. Esto, obviamente, asociado a buscar la manera de hacerlo, de poder a través de la música transmitir positividad y cierta esperanza. Hay quienes han tenido que moverse, de alguna u otra manera, para salir adelante dentro de lo difícil por lo que estamos atravesando. y también con una alta cuota de sacrificio. Por lo tanto, eso ha sido bueno.

Aun así, la sensación de no tocar en vivo igual es algo angustiante. El aplauso y sentir la reacción del público ante lo que uno está ofreciendo, a través de la pantalla como que se pierde algo de esa magia. Es como muy frío el tema de las pantallas, porque no estás un contexto o ambiente donde las personas están en lo físico apoyándote. No hay una retroalimentación tan cercana por medio del streaming, si bien se optimiza la comunicación, con personas que incluso están fuera del país, no se puede traspasar la emocionalidad del escenario físico”.

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