Hoy en la Región del Biobío, y en el país, seguimos batallando con el problema de la basura. Grandes volúmenes de desechos se van a vertederos de nuestra zona, respecto de los cuales, en algún momento, se planteó su saturación.

“La contaminación por residuos no conoce fronteras, por lo que redunda en interés de todos comprometerse con la prevención de residuos e invertir en su gestión allí donde falte. Las soluciones están disponibles y listas para ser ampliadas. Lo que hace falta ahora es un liderazgo fuerte que marque la dirección y el ritmo necesarios, y que garantice que nadie se quede atrás”, dice un informe de la ONU del año pasado, donde se plantea la necesidad de hacer frente al tratamiento de los desechos.

En ese contexto, los residuos orgánicos representan más del 50% de la basura generada por las personas y son causantes de gases de efecto invernadero, aseguró la seremi de Medio Ambiente del Biobío.

El problema es que en materia de reciclaje estamos en fase inicial en nuestro país. Existen iniciativas, sí, pero insuficientes para solucionar el problema.

Pablo Pinto, seremi de Medioambiente, señaló que “sabemos que el reciclaje de residuos orgánicos es una de las líneas de trabajo que más impacta para poder reducir el nivel de basura que llegan a los rellenos sanitarios. Estamos recién empezando, por lo tanto, es importante que vayamos midiendo esto con el tiempo en la medida que esto se vaya formalizando”.

En ese mismo sentido, la autoridad ministerial planteó en Diario Concepción que la intención y expectativa del Gobierno es que se continúe en los futuros mandatos presidenciales con la misión de disminuir al máximo los residuos, según detalló Pinto. “Lo que viene ahora es la discusión y la aprobación de la Ley de Orgánicos, que actualmente está en tramitación, y también la generación de gobernanza asociada a los planes regionales de residuos y planes comunales”, expuso.

Bajo el mismo contexto, se destaca el rol fundamental de los dirigentes vecinales, tal vez, hoy, los principales impulsores de medidas en favor del reciclaje, como es el caso de vermicompostaje comunitario, que se da, por ejemplo, con la comunidad del sector Plaza Perú, quienes han desarrollado una labor que se ha mantenido en el tiempo. También aparece la planta de reciclaje de Santa Juana, donde también se denota un esfuerzo.

Sin embargo, tenemos un problema cultural respecto del tratamiento de la basura y eso se debe abordar con más educación, sobre todo, a nivel escolar. También, hay que decirlo, hay pocos espacios o puntos de reciclaje de basura en la intercomuna. Entonces, hay varias tareas pendientes.